lunes, 2 de septiembre de 2013

Limo matutino

¡Buenos días!

No es que me dedique a pulimentar nada en estos matutinos, más bien es el sedimento que deja en cada uno de nosotros el río de la vida, que nos va dando forma y hace madurar mientras nos cocemos a fuego lento, como así creo que hacen conmigo estos matutinos. El que sí nos ha pulido hasta casi hacernos refulgir como el mismo sol que nos ilumina estos últimos días de estío, y de estiaje en todos los ríos, es este lustroso y dulce verano que nos recarga las pilas para afrontar la vida tras las vacaciones de indolente diversión juvenil.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Mud", de Jeff Nichols, y con Matthew McConaughey, Tye Sheridan, Jacob Lofland, y Reese Witherspoon. Es el tercer largo de este director, y segundo suyo que veo tras "Take shelter" (2011).

Un chico de 14 años que vive en una casa flotante a orillas del Misisipi, en una pequeña localidad de Arkansas, un día encuentra en una isla del río, junto a su mejor amigo, un barco en lo alto de un árbol, lo que desata su imaginación. Pero al poco descubren que el barco ya está ocupado, pues un desharrapado que se hace llamar Mud ya vive allí, y les pide comida a cambio del barco. Les cuenta que está allí para reunirse con su novia tras haber matado a un hombre que la maltrataba, siendo perseguido por unos cazarrecompensas y la policía. Deslumbrado nuestro protagonista por el carisma del hombre, decide junto a su amigo, no sin algo de reticencia de éste, ayudarle a reunirse con su gran amor.

Otra estupenda película de este director, con evidentes reminiscencias del Tom Sawyer de Mark Twain, una historia de un chico (de un par de chicos) que maduran tras vivir la aventura de ayudar a Mud, un hombre maduro (solo de edad de calendario), aunque eterno adolescente, que también madurará en el proceso. El joven le necesita como referente amoroso, dado que sus padres están en proceso de separación y además sufre su primer desengaño amoroso con una compañera de instituto, pero terminará por aprender que el amor, a pesar de sus sufrimientos e imperfecciones alejadas de cualquier idealización, merece realmente la pena, y el que quiera peces tendrá que mojarse (o embarrarse) el culo.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero nos deje el necesario poso:

- "Barro y cal, encubren mucho mal".  (refrán).

- "Si no se pisa el barro, no se hace el jarro".  (refrán).

- "Un pescador de perlas no teme al lodo".  (Multatuli).

- "Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva".  (Mark Twain).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: