jueves, 16 de mayo de 2013

Émulos matutinos

¡Buenos días!

No sé si dentro de estos "e-matutinos" que fluyen por entre los bits informáticos, bien sea por "e-mail" o directamente por la web, hay algún terco electrónico, tal vez sea yo, que a veces me obceco. Tampoco sé si estos matutinos tienen rivales en el mundo electrónico-virtual o en el otro. Desde luego, parece que estos días de primavera tratan de imitar y competir con los de otoño, pues hace bastante fresco (hoy, máxima prevista de 14ºC), está bastante gris, y llueve a ratos, ora chaparrón tormentoso, ora lluvia fina y caladera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La mula", de director anónimo, basada en la novela homónima de Juan Eslava Galán, y con Mario Casas, María Valverde, y Secun de la Rosa. El guión es del novelista y del director anónimo, que no es otro que Michael Radford, quien cuatro días antes del fin del rodaje se negó a firmar el film (discrepancias con quien sabe quien). De este director había visto hasta ahora tres de sus anteriores films: "1984" ("Nineteen eighty-four", 1984), "El cartero (y Pablo Neruda)" ("Il postino", 1994), y "El mercader de Venecia" ("The merchant of Venice", 2004).

Casi al final de la Guerra Civil española (1936-39), un cabo acemilero del bando nacional se encuentra una mula perdida en el campo de batalla y decide esconderla para llevársela a su casa al final de la guerra. Le importa más lo que le ocurra a su mula, y sus difíciles avances en la conquista de una moza del pueblo aledaño para que sea su novia, que el avance o retirada del enemigo y el inminente desenlace de la guerra.

Una buena película, un suave alegato antibelicista, conciliador, con algunas escenas que me gustaron mucho, como por ejemplo estas dos: la del mercadeo clandestino entre nacionales y republicanos, en un receso de las batallas; y la del anárquico ataque anarquista al bando nacional cuando el obispo estaba bendiciendo a estos (muy divertida), que termina con un acto "heroico" del protagonista sin él quererlo, y que me recordó a los geniales monólogos bélicos de Gila. Tanto en el título como en algunas escenas recuerda a la estupenda y divertidísima "La vaquilla" (1985), de Luis García Berlanga, ya que tanto la vaquilla como la mula vienen a ser el objeto de disputas de ambos bandos (más en el primer caso), metáforas de todo un país como éste en que vivimos.

Ahora, algo de sabiduría ajena, a ver si aprendemos algo de ella y nos mejoramos:

 - "La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir".  (Miguel de Cervantes).

 - "Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo".  (Jorge Santayana).

 - "Los asnos prefieren la paja al oro".  (Heráclito de Efeso).

 - "La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido".  (Friedrich Nietzsche).

 - "El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro".  (José Martí).

 - "La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública".  (Antonio Maura).

Besos y abrazos,

Don.
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