Chispeante reanimación matutina

¡Buenos días!

Cada mañana descubro con asombro todo lo que me rodea, mucho más si esta radiante luz que todo lo ilumina ayuda a ello, y en consecuencia mis neuronas chisporrotean, no sin algún cortocircuito que otro, y mis dedos se vuelven trémulos y empiezan a teclear, como si alguna fuerza invisible les reanimara de su letargo nocturno. Seguimos de delicias otoñales, con máxima prevista para hoy de 20ºC a la espera de nubes y lluvias (pronosticadas para mañana y pasado), rayos y truenos que recarguen, todavía más si cabe, de energía a este mundo matutino.

Este pasado fin de semana estuve en el cine viendo la última de Tim Burton, "Frankenweenie", esta vez un largo de animación, inspirado en un corto homónimo suyo de 1984, y hecho mediante la técnica del stop-motion, en blanco y negro, muy apropiado para la historia de ¿terror? gótico que se nos cuenta, muy en la línea de este originalísimo director, de quien he visto toda su filmografía desde su segundo largo, de 1988, "Bitelchus" ("Beetlejuice"). Los tres más recientes: "Sweeney Todd: el barbero diábolico de la calle Fleet" ("Sweeney Todd: the demon barber of Fleet Street", 2007), "Alicia en el país de las maravillas" ("Alice in Wonderland", 2010), "Sombras tenebrosas" ("Dark shadows", 2012).

Tras la muerte de su querido perro, atropellado por un coche, su único amigo, un niño inadaptado que no puede superar su pérdida, animado por el ejercicio que les ha puesto el profesor de ciencias, dando un premio al mejor, de crear un experimento original, decide hacer que vuelva a la vida, al más puro estilo Frankenstein. Tendrá un éxito absoluto, pero esto traerá imprevisibles y nefastos efectos colaterales en su familia y vecindario.

Una estupenda película que me encantó y os recomiendo, con montones de referencias cinéfilas, y todo un homenaje a los clásicos de cine de monstruos. A través de un personaje bastante rarito (en realidad, todos los personajes lo son más o menos) nos habla de aceptar la muerte como parte de la vida, de tratar de superar la tragedia de la pérdida de un ser querido, y de no tener miedo a la ciencia, miedo, como todos, basado en el desconocimiento. Como siempre, este director es fiel a su propia imaginería, y en eso este film tiene mucho que ver con el resto de su filmografía, pero muy especialmente con  "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse bride", 2005), cuyo matutino podéis ver más abajo.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos aporte algo de chispa vital y nos reanime de eventuales pesares:

 - "Las ideas se encienden unas con otras como las chispas eléctricas".  (Johann J. Engel)

 - "En las ciencias abstractas se circula de definición en definición, en las experimentales se camina de observación en observación. En las primeras se llega a la evidencia; en las últimas, a la certeza absoluta".  (Georges-Louis Leclerc).

 - "La imaginación de los muchachos es un corcel, y la curiosidad la espuela que los aguijonea y los arrastra a través de los proyectos más imposibles".  (Gustavo Adolfo Bécquer).

 - "La imaginación hace cuerpo de lo que es visión".  (refrán).

 - "Allí donde se había soñado en compañía, resucitan dos soledades".  (Eugenio d'Ors).

 - "La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene".  (Jorge Luis Borges).

 - "En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días".  (Sealtiel Alatriste).

 - "Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz".  (Amiel).

 - "Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celeste, la conciencia".  (George Washington).

Besos y abrazos,

Don.

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Mi novia matutina

(Lunes, 31 de octubre de 2005)

¡Buenos días!

"Blaaanca y radiaaante va la nooovia ...", que diría la canción, pero aunque radiante, esplendorosa y hermosísima, no va de blanco ya que todavía no es níveo invierno, sino pletórico y apoteósico otoño, y está dorada y refulgente. La quiero, la adoro, a mi bienamada riberita del Arlanzón, mi solícita novia de cada mañana. Es mi perfecto amor platónico, pero precisamente por eso, tan solo puedo sentirla con mi sexto sentido, que para los otros es apenas perceptible, aunque crea verla, oirla, olerla, tocarla y saborearla.

Para eso necesitaría de una novia más carnal ... la deseo, mas aún ninguna de mis anhelos se me acerca lo suficiente. Espero que cuando eso suceda no se ponga celosilla mi retozona riberita (ni la otra), que la seguiré amando aunque no pueda casarme con ella, pues pertenece a otra dimensión a la que solo alcanzo con algunas de mis muy efervescentes y recónditas neuronas.

Ayer por la tarde, ya anochecida por eso del cambio de hora, estuve en el cine viendo "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse bride"), de Tim Burton, una muy, muy buena película de animación clásica de títeres, con la técnica de "stop motion".

Historia de amor romántico, muy romántico, nada rosa, sino de romanticismo del s.XIX, con estilo gótico y sombrío; historia de amor hasta la muerte ... y más allá. Historia del tipo de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, por ejemplo, o del "Drácula" de Bram Stocker, de amores de ultratumba entre apenas vivos y casi muertos. La película tiene momentos muy divertidos y muestra a unos sombríos, encorsetados, mortecinos y casi cadavéricos vivos, mientras los muertos se nos presentan llenos de color y vitalidad.

Otro de mis amores es saber siempre algo más, y las citas ajenas no cesan de regalarme con sutiles caricias, cuando no apasionados besos y algo más, a mis sensibles neuronas:

 - "Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde".  (André Gidé).

 - "El pan llega, a veces, cuando no tienes dientes".  (refrán).

 - "Si nos ofrecieran la inmortalidad en la tierra, ¿quién querría aceptar esa triste dádiva?"  (Rousseau).

 - "Es mucho mejor sufrir por una mujer viva y hacer el ridículo por ella, que tener un fantasma sentado, año tras año, en el corazón".  (Federico García Lorca).

Besos y abrazos,

Don.
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