¡Buenos días!
Al amor de estos matutinos
tanto ellos como yo nos sentimos cuidados y reconfortados, florecemos aunque no
sea primavera, y no hay nada en el mundo que parezca afectarnos, que aunque nos
pinchen ni sangramos. Por lo demás, este verano ya dejó de aguijonearnos y
ahora nos abraza suavemente, sin agobios, sin sudor ... ni sangre, ni lágrimas.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "Amor bajo el espino blanco"
("Shan zha shu zhi lian"), de Zhang Yimou, y con Zhou Dongyu
(deliciosa) y Shawn Dou. Está basado en la novela homónima de Ai Mi. De este
maestro del cine he visto la mayoría de su filmografía, destacando para mí las
tres siguientes maravillas: "La linterna roja" (1991), "El
camino a casa" (1999), y "La casa de las dagas voladoras"
(2004). Su anterior film fue "Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos" ("San qiang pai an jing qi", 2009).
Durante la radical
"Revolución Cultural" de la China de Mao, una ingenua colegiala de la
ciudad debe trasladarse a un remoto pueblo del campo para ser reeducada pues su
padre fue encarcelado por "capitalista". Allí se enamorará de un muy
atento y encantador joven militar, hijo de un prestigioso oficial del régimen
comunista. Su romance no es conveniente pues podría poner en peligro su
nombramiento como profesora y arruinar (todavía más, si cabe) el futuro de su
muy humilde familia (madre y dos hermanos pequeños). Pero este amor puro y
sincero terminará de florecer y granar, no sin grandes dificultades, a escondidas
de todo el mundo, incluso cuando ella regresa a la ciudad.
Una preciosa película sobre
lo intenso y fugaz que puede llegar a ser un amor eterno, narrada de forma
sencilla y poética; un conmovedor y desgarrador drama romántico, totalmente
cuajado de la belleza, sensibilidad y delicadeza propias de los films de este
excelso director. A modo de ejemplo de esa sutileza: la escena de la
aproximación de los enamorados a través de un palo, hasta cogerse tímidamente
de las manos. Recuerda en algo a su exquisito film de 1999 "El camino a
casa".
Ahora, ahí os dejo unas
perlitas de sabiduría ajena que seguro curan cualquier eventual pinchazo de los
que la vida nos regala:
- "El amor es la poesía de los sentidos.
No hay nada más sublime. Cuando es amor verdadero, dura para siempre y crece
día a día". (Honoré de Balzac).
- "Lo verdaderamente mágico del primer
amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de terminar". (Honoré de Balzac).
- "Por el amor de una simple rosa, el
jardinero se convierte en esclavo de miles de espinas". (Proverbio turco).
- "Un leve estremecimiento recorría su
cuerpo no bien pensaba en la posibilidad del amor, no bien se imaginaba a sí
misma recorriendo de nuevo aquellos edenes cuyos preciosos y perfumados árboles
escondían tantas espinas". (Terenci
Moix).
- "Hay personas que lloran al saber que
las rosas tienen espinas. Otras ríen de alegría al saber que las espinas tienen
rosas". (Confucio).
- "La vida es como una rosa, pues cada
pétalo es una ilusión y cada espina una realidad". (Alfred de Musset).
- "No existe desesperación tan absoluta
como la que sobreviene durante nuestra primera gran tristeza, cuando todavía no
sabemos lo que es haber sufrido y encontrar consuelo, haber desesperado y
recobrar la esperanza". (George
Eliot).
Besos y abrazos,
Don.
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