martes, 18 de septiembre de 2012

Matutino nominal

¡Buenos días!

Este matutino, como todos los demás, no solo existe de nombre sino que también en la realidad, por lo menos en la mía, y supongo que en la de los demás con los que se relacionan. Por lo demás, da igual como lo llamemos, verano o estío, pero su realidad es la de que haga calor, aunque ya quede poco para ello, que el equinoccio que será su final ya casi está aquí.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El nombre" ("Le prénom"), de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière, basada en una pieza teatral homónima de ellos mismos, y con Patrick Bruel, Valérie Benguigui, Carles Berling, Guillaume de Tonquédec, y Judith El Zein.

Un hombre triunfador y cuarentón va a celebrar su primeriza paternidad en la casa de su hermana y su marido, donde también se encuentra un amigo común de ambos desde la infancia. Mientras esperan que llegue su esposa y futura madre charlan sobre su paternidad y le preguntan sobre como llamarán al niño por venir. Cuando, tras un juego de adivinanzas, diga cual será su nombre, se producirá cierto estupor, y ello será el detonante de una guerra de recriminaciones entre unos y otros que hará emerger soterrados secretos.

Una estupenda historia que me encantó, y os recomiendo, sobre como los lazos familiares y de amistad pueden tambalearse a partir de una trivialidad, con un devenir intenso y con un gran ritmo, y que me hizo reir a carcajada batida buena parte del metraje. Recuerda, y mucho, a las obras de la dramaturga Yasmina Reza, de quien ya vi hace años en el teatro la sobresaliente "Arte", y el año pasado una adaptación cinematográfica de otra, también excepcional, "Un dios salvaje" ("Carnage"), de Roman Polanski.

Ahora, en nombre de otros que antes las pensaron, os pongo unas citas de sabiduría ajena:

 - "El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma".  (Arthur Miller).

 - "La verdad que se encuentra en los libros es un verdad que nos descubre a veces, no como las cosas son, sino como las cosas no son".  (Anatole France).

 - "Más que avergonzarte de confesar tu ignorancia, avergüénzate de insistir en una necia discusión que la revela".  (Eliz Joceline).

 - "Cuando se discute no existe superior, ni inferior, ni títulos, ni edad, ni nombre: sólo cuenta la verdad; delante de ella todo el mundo es igual".  (Romain Rolland).

 - "El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales".  (Ángel Ganivet).

Besos y abrazos,

Don.
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