lunes, 18 de julio de 2011

Mis propios matutinos

¡Buenos días!

Sí, ellos son míos, y yo de ellos, nos apoyamos el uno en el otro y no seríamos nada tampoco sin el otro, como unas perfectamente complementarias cara y cruz. Además, como siempre, sin nunca abandonarme, siguen revoloteando por ahí, cual melodiosos susurros de amor, mis bien amadas hadas y ninfas ... y tampoco sería nada sin ellas. Por lo demás, el verano dulce y suave de estos días sigue acaparando en propiedad, aunque regalándonoslo sin mesura, todo su luminoso sol, su tibio calor, y esas infinitas ganas de vivir la vida con independencia de las cicatrices que podamos tener.

Este fin de semana estuve en el cine viendo otra película que os recomiendo también, como la del viernes pasado, que vayáis a ver. Se trató de "Nuestra canción de amor" ("My own love song"), de Olivier Dahan, y con Renée Zellweger, Forest Whitaker, Nick Nolte, Madeline Zima y Elías Koteas. De este director francés había visto su anterior film, de 2007, "La vida en rosa" ("La môme"), cuyo matutino podéis ver pinchando aquí.

Una cantante que a causa de un accidente, tras haber estado en coma varios años, va en silla de ruedas, y un hombre con problemas psíquicos, al que conoció en el hospital, inician un viaje por el sur de Estados Unidos, hasta Nueva Orleans, para ella reencontrarse con su hijo tras esos años de ausencia, y que se encuentra acogido por otra familia. Por el camino se irán encontrando con una serie de personajes marginales, bastante peculiares.

Una espléndida película que me encantó, emocionó y que os recomiendo, una road movie sobre personajes heridos en cuerpo y alma, discapacitados físicos, psíquicos ... y sociales ... y de sus especiales dificultades para adaptarse al mundo y desenvolverse por él, pero que gracias al apoyo mutuo, a servir de bastón cuando el otro cojea, van pudiendo salir adelante. Durante el tránsito, irán cambiando su modo de ver las cosas, aprendiendo de los demás.

Además, todo está punteado por una estupenda banda sonora en la que predominan canciones de Bob Dylan. A destacar las dos que canta el personaje de Renée Zellweger, especialmente la primera, que me puso los pelos como escarpias.

Bueno, ahora dejamos lo propio, y pasamos a la sabiduría ajena, que espero os evoque algún cantar, que ya sabéis que, como dice el refrán, "quien canta, su mal espanta":

 - "Muy pronto me di cuenta de que un viaje nunca nos lleva lejos a menos que se extienda dentro del mundo que nos rodea y vaya a la misma distancia dentro de nuestro mundo interior".  (Lillian Smith).

 - "Puede ser que la luz de la inteligencia no dé calor al corazón; sin embargo, el calor del corazón es luz en la inteligencia".  (Jacinto Benavente).

 - "Siguiendo el curso normal de la naturaleza, los ausentes son siempre reemplazados por los presentes; lo mismo que los que huyen de las dificultades y las fatigas son apartados por quienen pueden superar ambas cosas".  (Demóstenes).

 - "Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción".  (Proverbio chino).

 - "Cada cual tiene sus penas; todos están condenados igualmente a gemir: el compasivo por los sufrimientos ajenos, el egoísta por los propios".  (Thomas Gray).

 - "Suavizar las penas de los otros es olvidar las propias".  (Abraham Lincoln).

Besos y abrazos,

Don.
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