¡Buenos días!
Como cada mañana que nace, aquí llega el último de mis matutinos, el primero de los que aún están por venir. Sigue haciendo un calor tal (en torno a 30ºC), que ando algo extenuado, con esa astenia primaveral, lánguida y algo mórbida, que no le invita a uno sino a la pereza radical. Aún así, salto de mi aplatanamiento y bullo en efervescencias primaverales, no sé si de amor o de deseo, aunque seguramente de todo a la vez, que carne y espíritu no pueden ser lo uno sin lo otro, a pesar de lo que algunos crean.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El extraño caso de Angélica" ("O estranho caso de Angélica"), de Manoel de Oliveira, y con Ricardo Trêpa y Pilar López de Ayala. De este director, que hoy día cuenta con más de 102 primaveras a sus espaldas, no había visto hasta ahora ni uno solo de sus films, que son casi legión, pues anda en esto desde los tiempos del cine mudo. ¡Increíble!, o no tanto, que es un director bastante minoritario.
Un misterioso fotógrafo recibe una noche, ya casi madrugada, el insólito encargo de inmortalizar en una foto el rostro de una bella joven que acaba de fallecer. De inmediato queda de tal modo prendado de la chica que enloquecerá de amor, comportándose extrañamente, soñando, alucinando con que ella, jocunda, cual póstuma Gioconda, le sonríe en las fotos, y teniendo experiencias extracorpóreas.
Una película bastante plomo, aburrida, una historia de amor post mortem, con esporádicas, vanas y pesadas disquisiciones, que no me gustó nada, ni nada me dijo. Si acaso, a destacar, los estupendos encuadres de cámara, como si de trabajadas fotografías de arte y ensayo se tratara.
Ahora, cual bálsamo ante cualquier eventual postración vital, nada como un poquito de sabiduría ajena:
- "La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado". (Jules Renard).
- "¿Locura de amor? Es un pleonasmo. El amor es ya una locura". (Heinrich Heine).
- "El amor absoluto anhela la androginia, que es la angustia de dos seres a convertirse en uno solo. Es un deseo imposible, pero real. La búsqueda del amor absoluto solo se puede encontrar en la propia muerte". (Manoel de Oliveira).
- "Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando". (Rabindranath Tagore).
- "Nuestra única defensa contra la muerte es el amor". (José Saramago).
Besos y abrazos,
Don.
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