jueves, 27 de noviembre de 2008

Nimio consuelo matutino

¡Buenos días!

Como ya sabéis, me solazo cada mañanita, con todos mis sentidos abiertos de par en par, con esta generosa ribera del Arlanzón y sus circunstancias. Hoy, a ratos, entre nube y nube, luce un radiante solazo, aunque de invierno, que su calor es casi insignificante, poco más que el de un cuanto (o quantum) ... esos que se generan en las partículas subatómicas y que estudia la física cuántica. Así que aquellos que busquéis calor en esta ribera que no proceda de vuestro propio interior, al menos en estos gélidos días en los que rondamos los 0ºC, tendréis escaso consuelo para vuestras cuitas. Yo, sin embargo, sigo buscando mi solaz, no tanto mi consuelo, por entre los recodos ribereños.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo la última de la saga de James Bond, la que dicen es la número 22. Se trató de "Quantum of solace", de Marc Forster, y con Daniel Craig, Olga Kurylenko, y Mathieu Amalric (con breves apariciones de nuestro Fernando Guillén Cuervo). Aunque pudiera parecer increíble, es la primera que veo en cine del agente 007; y es que además apenas he visto otras en televisión, creo que una o dos enteras y trozos de alguna más. Me animé a ir a ver ésta dado que su director lo es también de una estupenda película que vi hace unos años: "Monster's ball" (ved su matutino más abajo).

La película no me desagradó, me gustó incluso, con buenas dosis de trepidante acción, que fue más entretenida de lo que esperaba, y parece que es el remate de la anterior, en la que 007 (y la chica de turno) se dedican a vengar pasadas afrentas (la muerte de la anterior y amada chica Bond), dejando un reguero de cadáveres a su paso. Ésta, y supongo que la anterior también, nos muestra un Bond actualizado, rudo y hosco, donde a veces, bastantes, no están muy claras las separaciones entre presuntos buenos y malos (como la vida misma). Y me gustó básicamente por las preguntas que me insinuó, y entre ellas: ¿cuánto nos consuela la venganza? ... ¿tan solo un cuanto? ... seguramente sí ...

Bueno, ahora, a modo de infinitesimal y cuántica aportación de la sabiduría ajena, ahí van unas pocas citas que tal vez nos consuelen de algo:

- "No despreciéis a nadie: un átomo hace sombra". (Pitágoras).

- "Quien su injuria ha de vengar, tiempo ha de aguardar". (refrán).

- "El odio tiene su cristalización; en cuanto uno puede esperar vengarse, vuelve a empezar a odiar". (Stendhal).

- "La justicia es la venganza del hombre social, como la venganza es la justicia del hombre salvaje". (Epicuro).

- "La vida es demasiado corta para dar satisfacción al rencor". (Pierre A. C. Beaumarchais).

- "Cualquiera es capaz de enfadarse, eso es fácil. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado adecuado, en el momento adecuado, y de la forma adecuada, eso no es tan fácil". (Aristóteles).

- "Hombre apasionado, no quiere ser consolado". (refrán).

- "El hombre desdichado busca un consuelo en la amalgama de su pena con la pena de otro". (Milan Kundera).

- "Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad". (Albert Einstein).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino bailón
(Martes, 16 de abril de 2002)

¡Buenos días!

La climatología nos está bailando, aunque ahora un lento, pues con timidez nos va llevando hacia una deseada primavera. Sin embargo, en pasados días nos zarandeó con ajetreados vaivenes en forma de frío, nieve, lluvia y viento, al más puro estilo rock (contundencia climática).

Ayer tarde estuve viendo "Monster's ball" (ball no es pelota, sino baile), de Marc Forster, y con Billy Bob Thornton (¡otra vez!) y Halle Berry (la oscarizada de este año). Descubrí a este actor en "Bandits" hace pocos meses, y repetí ayer y hoy con él. Tres excelentes películas y un actor que me encanta.

Pero pasemos a la glosa de la película: hermoso, hermosísimo film, como la deliciosa frutilla del bosque o baya que es Halle Berry, aunque frío como un témpano y contundente como un golpe de un gran canto rodado, especialmente al principio, pero trufado de tenues toques de ternura y esperanza. Delicioso tempo lento, que me encanta, y magnífica banda sonora.

Esta película, junto con la de ayer, me parecieron deliciosas: ésta me toco un poco más el corazón, con dulzura y suavidad; y la glosada y laureada ayer, "El hombre que nunca estuvo allí", con el particular modo de contar las cosas de los hermanos Coen, un poco más el intelecto. Buena racha de suerte fílmica.

Las frases de sabiduría ajena para hoy, en cierta relación con la película, como suele suceder a menudo, son:

- "Perdona a tu hijo si confiesa su falta, también si la oculta, pero no si la niega". (Pitágoras).

- "Los hombres se acuerdan más de lo mal hecho que de lo bien hecho". (Demócrito de Abdera).

Besos y abrazos,

Don.
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