jueves, 20 de noviembre de 2008

Bonhomía matutina

¡Buenos días!

Volvemos al otoño áspero (no sé si esto es lo que yo siento consecuencia de los malestares de mi pertinaz resfriado), muy gris, sin lluvia, con viento desapacible ... pero no importa, que la bondad y afabilidad natural de la ribera nos regala de estraperlo una borrachera de color otoñal, de esas que quitan el "sentío", todo un orgasmo para nuestros ojos ... "quid pro quo" ... latinajo que significa "lo uno por lo otro" ... Por tanto, como siempre, no me queda otra que comportarme exquisitamente con ella, y devolverle con creces lo que recibo, en una espiral de bondad que no sé a donde nos llevará.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La buena nueva", de Helena Taberna, y con Unax Ugalde y Bárbara Goenaga (me encanta esta mujer). Está basada en hechos reales, en un libro escrito por un cura, tío de la directora, titulado "No me avergoncé del Evangelio".

Nos cuenta la llegada, justo el día antes de iniciarse la guerra civil española, de un joven e idealista cura a un pueblo de Navarra, que hace poco regresó de Roma de estudiar. Llega con la misión del obispo de evangelizar todo lo que pueda, que ese pueblo era un islote socialista en medio de la carlista Navarra. Este buen hombre, de sólidas convicciones morales, no entiende de conexiones entre religión y política y, como Jesucristo, se pone del lado de los necesitados (que al poco son esos mismos que iba con la idea de evangelizar), aceptándolos tal como son, chocando con la incomprensión del sentir dominante y estando en constante peligro de ser represaliado. Al final, abandonó el clero, asqueado de que más que por la religión el poder eclesial se preocupara más de eso mismo, del poder. Puro cinismo que debería llevar a todos los creyentes a caerse del guindo y abjurar, apostatar de tal falacia religiosa.

Una muy buena película, necesaria por eso de la memoria histórica, para que no olvidando tales aberraciones, tratar de no volver a repetirlas. Una historia de las dos Españas, y de las dos Iglesias (la que comulgaba, y la que no, con el régimen franquista). Una historia de sangrientas represalias por las ideas, aunque en el fondo no era tanto así, que se denunciaba al vecino porque se le tenía inquina, por apoderarse de sus tierras, de su mujer, de ... Miserias morales humanas al descubierto.

Ahora, para tratar de alimentar nuestra bonhomía y que no desfallezca, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende". (William Shakespeare).

- "Dios está en todas partes... Y, a fin de cuentas, está siempre con los que tienen mucho dinero y multitud de armas". (Jean Anouilh).

- "Intencionadamente o no, se confunden siempre los jueces con la justicia y los curas con Dios. Así se acostumbran los hombres a desconfiar de la justicia y de Dios". (Alphonse Karr).

- "El que justifica al impío y el que condena al justo, ambos son abominables delante de Dios". (Salomón).

- "Gracias a Dios, todavía soy ateo". (Luis Buñuel). ... Amén, Don Luis.

- "Si hago una buena obra, me siento bien; y si obro mal, me encuentro mal. Esta es mi religión". (Abraham Lincoln).

- "Mi patria es el mundo, y mi religión hacer el bien". (Thomas Paine).

- "El hombre es muy inferior a la bestia porque, mientras ésta mata sólo por necesidad, el hombre mata por necesidad, por pasiones, por ideas, y por el gusto de matar". (Enrique Jardiel Poncela).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: