Diabluras matutinas

¡Buenos días!

Parece que el clima, hoy deliciosamente soleado de grato verano, ha dejado de hacernos trastadas por medio de fortísimos chaparrones de agua y granizo, rayos, truenos y centellas, que más bien parecían lejanos ecos de las celestiales fraguas del averno, que ya se sabe que cielo e infierno siempre conviven juntos. Yo, por lo que a mí respecta, y con independencia de las meteorológicas circunstancias, ando solazándome y regodeándome con toda la pléyade de hadas y ninfas ribereñas, especie de huríes que me hacen sentir como en el paraíso.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hellboy II: el ejército dorado" ("Hellboy II: the golden army"), de Guillermo del Toro, y con Ron Perlman y Selma Blair. No había visto la anterior Hellboy y aunque no soy muy amigo de este tipo de películas, me animé por el director. Basada en un cómic, nos cuenta las aventuras de este peculiar héroe, un demonio que lucha contra las fuerzas del mal al lado de los humanos; también sus hogareñas venturas y desventuras amorosas. Es una buena película, que se deja ver y en la que se pasa un rato entretenido, sin mayores consideraciones. Lo mejor, la colección de fabulosas criaturas fantásticas que pasan ante nuestros ojos.

Ahora, un poquito de sabiduría ajena, con la que mejor sobrellevar las travesuras que nos hace la vida:

- "No hay que creer que existen, pero nunca hay que decir que no existen los seres fantásticos". (Anónimo).

- "Soy un hombre. Por tanto, todos los diablos habitan en mi corazón". (Chesterton).

- "Y nunca a los amantes aconsejes
cuando tienen por gloria sus cuidados;
que es como quien predice a los herejes,
en sus vanos errores obstinados.
Por eso juzgo y discierno
por cosa cierta y notoria,
que tiene el amor su gloria
a las puertas del infierno". (Miguel de Cervantes).

Besos y abrazos,

Don.
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