¡Buenos días!
Este pesado verano que no nos deja ni a sol ni a sombra, se dedica a sorbernos los humores con plena dedicación de un inclemente sol que nos torra por doquier, con mínimas más que tropicales, tórridas, y una máxima prevista para hoy por los madriles de ¡¡¡40ºC!!! No lo soporto más, me doy de baja de mi ciudadanía madrileña y me voy a buscar tierras más frescas que cuiden mejor de mí. Ya veremos si vuelvo... bueno, cuando escampe, y lo laboral me obligue. Por lo demás, ya me veis, aquí, dedicado en cuerpo y alma a que me salga bien criado este nuevo matutino, robándole tiempo a otros menesteres, pidiéndome permiso a mí mismo, concedido de oficio, por supuesto. No le abandonaré mientras no haya salido de mí enteramente y decida vivir su propia vida.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Baja de paternidad" ("Paternal leave", 2025), de Alissa Jung, y con Juli Grabenhenrich, Luca Marinelli, Arturo Gabbriellini, y Gaia Rinaldi. Es la primera película como directora de esta también actriz y guionista alemana.
Una adolescente alemana de 15 años, fruto de un juvenil amorío de verano de su madre soltera, con quien vive, tras haber discutido con ella se va a Italia sin decírselo, para intentar localizar a su padre biológico, al que no conoce, tratando de buscar respuestas. Lo encuentra en un pueblo costero al norte del país, en su chiringuito playero dañado tras el último y reciente temporal de invierno. El hombre, un tipo un tanto caótico y con miedo al compromiso, queda en shock y no quiere decir ni a conocidos ni a familiares quien es ella, tratando de esconderla, sobre todo a su pareja e hija pequeña, con las que trata de reconciliarse a toda costa tras su última espantada.
Muy buena película (nota: 7) este drama sobre relaciones paternofiliales, ásperas y difíciles, nada idílicas, y de maduración personal, no solo de la adolescente sino también de su inmaduro (emocionalmente) padre biológico un tanto desprendido, sin apenas nada en común, en principio, pues ya de entrada no hablan el mismo idioma, ni literal ni metafóricamente hablando, pero que gracias a la tenaz persistencia de ella, a pesar de las frustraciones, pasadas y presentes, consiguen entenderse y conectar. Lo que más me gustó fue el tono general de la narración, con sutileza, sin aspavientos, con ritmo pausado, sin prisas, con comedimiento, ambos van comprendiendo las complejidades de la vida y conociendo mejor al otro y a sí mismos.
Bueno, creo que llegó el momento de encontrarnos con la sabiduría ajena, así que me tomo la licencia de dejaros este par de citas:
- "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos". (Friedrich von Schiller).
- "Un hombre que no sabe ser un buen padre, no es un auténtico hombre". (Mario Puzo).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario