¡Buenos días!
Otro día de verano que nos da la brasa sin contemplaciones, que no nos deja ni a sol ni a sombra, cuando lo que queremos es vivir a nuestro aire (¡fresco, por favor!), el culmen, dicen los meteorólogos, de esta larguísima ola de calor que estamos padeciendo y a la que según parece le quedan todavía varios días más de sudores y asfixias, con otra noche tórrida (26ºC este amanecer) y una máxima prevista por los madriles de unos sofocantes 39ºC... ¡pocos me parecen!, que mis sensaciones térmicas son otras. Así que con estos condicionantes climáticos, vengo a disfrutar de nuevo con mi cita matutina, con los que siempre me encuentro cuando más lo necesito, para que me saquen, o al menos lo intenten, de esta atonía y aletargamiento estivales.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Aquel verano en París" ("Le rendez-vous de l'été", 2025), de Valentine Cadic, y con Blandine Madec, India Hair, Arcadi Radeff, y Matthias Jacquin. Es la primera película (de largometraje) de esta directora francesa.
Agosto de 2024 en París. Los Juegos Olímpicos están teniendo lugar en la ciudad, a la que llega desde su pequeño pueblo en la costa normanda una recién treintañera, con su gran mochila a cuestas, con la intención de ver una prueba de natación y a la nadadora que admira, a la par que reencontrarse con su hermanastra, que allí vive y a la que no veía desde hace 10 años, y conocer a su sobrina de 8 años. Acostumbrada a la tranquilidad de su pueblo, el bullicioso ajetreo capitalino le aturde y desorienta. Parece un pez fuera del agua. Pero entre pequeñas y grandes desdichas, que asume estoicamente, e inesperados nuevos conocimientos, acabará por reencontrarse consigo misma.
Estupenda película (nota: 8), una de esas inesperadas joyitas que te encuentras perdida por entre la torridez estival, que también parece azotar la programación de las salas oscuras, una pequeña delicia que os recomiendo, cual artesanal helado cremoso. Entre la ficción y el documental... bueno, es una ficción con mucho trasfondo documental, y a través de la protagonista y su muy peculiar modo de ser, cual marciana en la Tierra, nos habla de soledad (escogida o no) aunque se esté rodeado de multitudes, y de que, bien aprovechada, nos puede servir para reconectar con nosotros mismos. La película, sin aspavientos, con serenidad, me fue ganando poco a poco, cada vez más, hasta encandilarme completamente, con algunos momentos maravillosos, y uno divertidísimo y genial, como oro en paño, la del excéntrico interrogatorio en la comisaría de policía, no exento de suma sensatez en las cándidas respuestas de la protagonista. No os la perdáis.
Bueno, llegó el momento de la sabiduría ajena, una cita con estas citas que espero no se me agosten por el camino:
- "El que no se siente de verdad perdido se pierde inexorablemente; es decir, no se encuentra jamás, no topa nunca con la propia realidad". (José Ortega y Gasset).
- "Solamente si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero". (Jorge Bucay).
- "¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos". (Carlo Dossi).
- "Aprende a amar la soledad; pero acepta siempre con gusto las interrupciones". (Noel Clarasó).
Besos y abrazos,
Don.
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