jueves, 17 de septiembre de 2020

El padre, el hijo y el espíritu matutino

¡Buenos días!

Andan estos matutinos por ahí, flotando sobre mi cabeza, o dentro de ella, cual ente incorpóreo, y cuando los veo no sé si son visiones internas o externas, así que para no desquiciarme los plasmo negro sobre blanco (o sobre gris clarito). En cuanto al sentido paterno-filial de la relación que mantengo con ellos, no sé si yo les creé a ellos o ellos hicieron de mí, en parte, la persona que ahora soy, pero ¡qué más da!, que somos uno y trino, "bino" quería decir, que no vino, pues no comulgo con el alcohol. El espíritu otoñal parece querer aparecerse en esta mañana muy gris y en la que algunas gotas cayeron, aunque hasta mañana las temperaturas no se acercarán a lo otoñal, pues la máxima prevista para hoy será de 28ºC, bajando 8 grados de golpe ya mañana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "The father" ("Bashtata", 2019), de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, y con Ivan Barnev e Ivan Savov. Tercer largo de esta pareja de directores búlgaros de quienes ya había visto sus dos anteriores, "Un minuto de gloria" ("Slava", 2016) y "La lección" ("Urok", 2014).

Un desconsolado hombre acude al funeral y entierro de su esposa, rodeado de familiares y amigos, incluido su hijo, del que está distanciado. El anciano, creyente en los fenómenos paranormales, y exacerbado por una pariente que afirma haber recibido una llamada telefónica de la recién fallecida, se obsesiona con que su mujer quiere manifestársele pues poco antes de morir ella no pudo decirle algo importante, para lo que decide acudir a un gurú espiritual para tratar de comunicarse con su difunta. El hijo, sumido en sus propios problemas, con su mujer embarazada y a la que no ha dicho que iba al entierro de su madre, y con premuras laborales que le agobian, trata de quitarle de la cabeza tales tonterías y de evitarle problemas pues ve que no está en sus cabales, viéndose obligado a acompañarle en sus idas y venidas, aunque quiere regresar cuanto antes a la capital.

Una buena película (nota: 6) esta tragicomedia familiar, paterno-filial, a ratos road movie, de soterrado humor, con sorna, con situaciones esperpénticas, sobre lo absurdo (muchas veces), casi que surrealista, de la vida, sobre asumir la pérdida, sobre la incapacidad de comunicarse adecuadamente entre padres e hijos, y entre cónyuges.

Ahora toca la sabiduría ajena y ahí os dejo unas citas, vosotros diréis si de padre y muy señor mío:

 - "Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mí sin comunicársela a nadie, no la querría".  (Lucio Anneo Séneca).

 - "Predícame, padre; que por un oído me entra, y por otro me sale".  (Refrán).

 - "Las personas cambian y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los demás".  (Lillian Hellman).

Besos y abrazos,

Don.

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