sábado, 4 de junio de 2016

Vespertino ídolo

¡Buenos días!

Ya sabéis de la idolatría que profeso por mis matutinos, hoy tan tardío que devino en vespertino, y por sus hadas y ninfas, que por todos los momentos del día pululan y casi me hacen cantar de alegría primaveral, pero no lo haré con mucha intensidad y frecuencia, no vaya a ser que despierte las iras meteorológicas y nos caiga un chaparrón vespertino en este agradablemente caluroso día de soleada primavera, con la salvedad de eventuales tormentillas esta tarde, y máximas que van apuntando hacia los 30ºC, cota que se superará ya para la próxima semana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Idol" ("Ya tayr el tayer"), de Hany Abu-Assad, y con Tawfeek Barhom y Nadine Labaki. De este director palestino había visto dos de sus anteriores films, "Omar" (2013) y "Paradise now" (2005).

Un niño de diez años que habita en Gaza sueña con ser un gran cantante y monta un grupo musical junto a su hermana mayor y un par de amigos. Trapichean para conseguir dinero para los instrumentos a la par que se van fogueando cantando en bodas. Tiene una gran voz que es educada por un profesor de música. Todo son dificultades para lograr su sueño, pero ya casi en la veintena decide acudir a las audiciones de "Arab Idol", el programa televisivo de cazatalentos musicales que hace furor en el mundo árabe, pero para ello debe salir de Gaza, una especie de cárcel, y no tiene permiso, para lo que deberá ingeniárselas para salir furtivamente de allí.

Una película (nota: 5) que aunque no me desagradó, tampoco me entusiasmó, salvo leves momentos. Está basada en el caso real de un cantante palestino que en 2013 ganó ese concurso televisivo, y estructurada en dos partes, la infancia, y varios años después, cuando se presentó al concurso. Me pareció algo mejor esta segunda parte. Muy de soslayo se critica la situación de terrible opresión que vive Gaza por parte de Israel, sin olvidar la que también ejercen desde dentro contra sus habitantes la parte más radical, religiosa y políticamente hablando. También es un típico film de superación de dificultades para llegar a conseguir las metas soñadas.

Por su escena inicial, la de la persecución de los niños protagonistas por el mercado, me recordó a la película paraguaya "7 cajas" (2012) de de Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori, y en general, tal y como su cartel promocional también resalta, a "Slumdog millionaire" (2008) de Danny Boyle.

Ahora algo de sabiduría ajena, a la que idolatro sin excesos, y que seguro nos ayuda a amar la vida y lo que nos rodea del mismo modo, sosegadamente:

 - "A los ídolos no hay que tocarlos: se queda el dorado en las manos".  (Gustave Flaubert).

 - "En Inglaterra, la libertad es una especie de ídolo. Al pueblo se le enseña a amarla y a creer en ella, pero ve muy pocos de sus resultados. El pueblo puede moverse libremente, pero dentro de altas murallas".  (George Washington).

 - "El alma más fuerte y mejor constituida es la que no se enorgullece ni se enerva con los éxitos y a la que no abaten los reveses".  (Plutarco).

 - "No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos".  (Orison S. Marden).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: