¡Buenos días!
Independientemente del clima
que haga, para mí el otoño siempre será de dulce, tal y como indica mi meloso
segundo apellido, pongamos que como una crema catalana, dado que estos días los
estoy pasando por aquí, a la vera del Mediterráneo, con máxima prevista para
hoy de 17ºC, cinco grados más que ayer, de dulce, insisto, la mar de
placentero, siempre aceptando de buen grado lo que me es dado, tal y como
indica mi regalado nombre.
Ayer estuve en el cine
viendo "Ocho apellidos catalanes", de Emilio
Martínez Lázaro, y con Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde, Carmen Machi,
Berto Romero, Rosa María Sardá, y Belén Cuesta. De este veterano director he
visto casi todos sus largos, en concreto sus cinco anteriores: "Ocho apellidos vascos" (2014), de la que es secuela la
glosada hoy, "La montaña rusa" (2012), "Las 13 rosas" (2007), "Los dos lados de la cama" (2005), y "El otro lado de la cama" (2002).
Siguen las andanzas de los
personajes del megataquillazo "Ocho apellidos vascos" en esta secuela con personajes
añadidos, que cambia los aromas del txakolí por los del cava, o los del bakalao
al pil-pil por los de una calçotada con salsa romesco, con líos amorosos
interruptus y bodas de por medio. Empieza con la ruptura sentimental de la
joven pareja protagonista.
Igual que su predecesora,
esta comedia romántica se deja ver (nota: 5), con algunos
ramalazos de ingenio que me hicieron reír. Sigue riéndose de los tópicos vascos
y andaluces, estos ahora en muy segundo plano, para dar realce casi absoluto a
los catalanes. Continúa habiendo también montones de topicazos de comedia
romántica, con su sobredosis (más bien leve) melosa. Como sigan alargando el
chicle, los clichés acabarán por engullirlos. De todas formas ni entendí el
taquillazo anterior, ni entiendo el muy seguro que también tendrá este film, se
me escapa la histeria colectiva, tal vez sea yo todo un outlyer, todo un
friqui, que vivo yo solo en la república independiente de mis matutinos.
Ahora unas citas de
sabiduría ajena, compendiada colección del intelecto sin fronteras de este
nuestro mundo globalizado, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza,
en la salud y en la enfermedad, las de más noble estirpe filosófica que he
podido encontrar:
- "Hasta en los mocos hay linajes: unos
son sorbidos y otros guardados en encajes". (Refrán).
- "El nacionalismo es una enfermedad
infantil. Es el sarampión de la humanidad". (Albert Einstein).
- "Cuantas más costumbres tiene, menos
libre e independiente es un hombre".
(Immanuel Kant).
- "Sólo puede ser independiente el hombre
que se basta a sí mismo y que sabe vivir solo". (Noel Clarasó).
- "Los reyes quieren ser absolutos; los
nobles quieren ser independientes; los pueblos quieren ser felices". (Louis Emmanuel Dupaty).
- "La independencia siempre fue mi deseo;
la dependencia siempre fue mi destino".
(Paul Verlaine).
Besos y abrazos,
Don.
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