¡Buenos días!
Supongo que será el que
formamos yo mismo con mis hadas y ninfas, que no son sangre de mi sangre, pero
sí ideal de mis ideas, peregrinas las más de las veces, familia sin jefe que la
guíe, aunque dejo constancia de parte de mi derrota vital, la victoriosa, en
este cuaderno de bitácora matutino, siempre de tierra adentro, aunque
eventualmente esté estos días a la vera del mar Mediterráneo, en otra
apoteósica mañanita otoñal de sol a raudales, y máxima prevista de 21ºC, que me
tiene secuestrado el ánimo, el buen ánimo de disfrutar de todo lo que me rodea
gracias a su benefactor influjo.
Estuve en el cine viendo
"El clan", de Pablo Trapero, y con Guillermo
Francella y Peter Lanzani. Está basada en un caso real. De este director
argentino había visto dos de sus anteriores films: "Elefante blanco" (2012), y "El bonaerense" (2002).
Primeros años 80 en
Argentina. La dictadura está a punto de caer y llegará la democracia. Una
familia aparentemente normal vive en una pequeña ciudad cerca de Buenos Aires.
El patriarca, que ha trabajado para los servicios secretos de la dictadura
secuestrando, torturando y haciendo desaparecer a gente opuesta al régimen,
ante la nueva situación política (y económica, pues la deuda ahogaba al país)
decide buscarse el sustento en "lo privado", haciendo lo mismo con
gente rica de su entorno para pedir rescate monetario a sus familias,
aprovechando la popularidad de su hijo mayor, estrella nacional del rugby, y
sus relaciones con la alta sociedad.
Una muy buena película (nota:
7) este inquietante thriller, de ambiente opresivo, por momentos
macabro, que a ratos te hiela la sangre, sobre este casi ejemplar padre de
familia, pero también frío psicópata. Además, esta fabulación sobre esta real
familia también puede verse como metáfora de la situación de ese país en su
transición de la dictadura a la democracia durante los años 80, con unos
pasivos cómplices (el resto del clan), ciegos, sordos y mudos; y donde se
ajustaron algunas cuentas, pero no todas, cosas de la impunidad... ¿de qué me
suena esto a mí también en el presente y en aquella época de estos mis lares?
Ahora algo de sabiduría
ajena, que libere nuestra mente de perniciosos raptos ideológicos:
- "El silencio es el partido más seguro
para el que desconfía de sí mismo".
(François de la Rochefoucauld).
- "Si el partido principal, sea el
pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para
la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y
disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas". (Nicolás Maquiavelo).
- "Haz que tus familiares te reverencien
más que te teman, pues el amor sigue a la reverencia, más el temor al
odio). (Demóstenes).
- "Por severo que sea un padre juzgando a
su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre". (Enrique Jardiel Poncela).
Besos y abrazos,
Don.
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