viernes, 10 de julio de 2015

Matutino de fácil conducción

¡Buenos días!

Éste y todos los demás, que se me comportan perfectamente y avanzan cuando yo avanzo y giran cuando yo giro, cual si fueran parte de mí mismo, y los conduzco por puro instinto sin que nadie me haya adiestrado. El verano parece que hoy se suaviza, aunque poco, con un descenso de dos o tres grados sobre las máximas cuarentonas de pasados días, haciendo que lo llevemos con mayor facilidad, pero no nos confiemos y sigamos conduciéndonos con precaución ante la torridez solar que no cesa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Aprendiendo a conducir" ("Learning to drive"), de Isabel Coixet, y con Patricia Clarkson y Ben Kingsley. De esta directora he visto todos sus largometrajes salvo el primero, "Demasiado viejo para morir joven" (1989), y su anterior, "Mi otro yo" ("Another me", 2013). A saber:
 - "Cosas que nunca te dije" ("Things I never told you", 1996),
 - "A los que aman" (1998),
 - "Mi vida sin mí" ("My life without me", 2003),
 - "La vida secreta de las palabras" ("The secret life of words", 2005),
 - "Elegy" (2008),
 - "Mapa de los sonidos de Tokio" ("Map of the sounds of Tokio", 2009),
 - y "Ayer no termina nunca" (2013).
A destacar muy especialmente dos exquisiteces que me encandilaron y que os recomiendo encarecidamente: "A los que aman" y "Mi vida sin mí".

En Nueva York, una mujer cincuentona, crítica literaria, a la que acaba de abandonar su marido por otra, decide aprender a conducir para poder moverse con más libertad y visitar a su hija que se fue a trabajar a otro estado. Su profesor es un inmigrante sij, honesto, circunspecto y seguidor de sus tradiciones, que además trabaja como taxista por las noches.

Una buena película (nota: 6) esta comedia romántica, poco convencional en su trama, de poco reír pero divertida, agradable y muy amable; que más bien podría ser una "melodramedia" romántica, por eso de drama leve aunque apenas con miel, sin empalagos; que nos habla de ruptura de promesas, de amor y desamor, de la soledad de los urbanícolas y de cómo romperla, y de aprender a conducirse por la vida, sin miedo y decidida confianza, avanzando adelante. También hace una crítica a la intolerancia cultural.

Ahora algo de sabiduría ajena, perfecto vehículo que nos ayudará a mejor actuar ante la vida y sus vicisitudes:

 - "La vida es un absoluto aprendizaje de renunciamiento progresivo, de continua limitación de nuestras lógicas pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestra fortaleza y, en definitiva, de nuestra libertad".  (H. F. Amiel).

 - "No hay sabiduría sin prudencia; no hay filosofía sin cordura. Existe en el fondo de nuestra alma una luz divina que nos conduce con indudable acierto si no nos obstinamos en apagarla".  (Jaime Balmes).

 - "Entre un hombre y una mujer la amistad es tan sólo una pasarela que conduce al amor".  (Jules Renard).

 - "Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú. Sois todos aprendices, ejecutores, maestros".  (Richard Bach).

Besos y abrazos,

Don.
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