miércoles, 17 de abril de 2013

Me pregunto adonde irán estos maravillosos matutinos

¡Buenos días!

Realmente no lo sé, lo que no me impide seguir adelante sin titubeos, gracias a su maravillosa compañía, que me hacen el camino por andar muy llevadero. Quien parece tampoco dudar lo más mínimo es esta cálida y soleada primavera, rayana con el suave verano, de la que disfrutamos estos días, lo que no obsta para que en uno de sus devaneos, tan típicos, no nos requiebre más pronto o más tarde. Da igual, siempre será maravillosa, a pesar de sus pesares.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "To the wonder", de Terrence Malick, y con Ben Affleck, Olga Kurylenko, Rachel McAdams, y Javier Bardem. Es el sexto largo de este director, que últimamente parece haber cogido carrerilla, de quien he visto todos menos el primero, "Malas tierras" ("Badlands", 1973). El resto son "Días del cielo" ("Days of heaven", 1978), "La delgada línea roja" ("The thin red line", 1998), "El nuevo mundo" ("The new world", 2005), y "El árbol de la vida" ("The tree of life", 2011).

Una pareja se conoce en París, él taciturno, ella soñadora madre soltera, y vive la plenitud de un nuevo amor que nace en un viaje a Mont St. Michel, la famosa isla de la costa de Normandía, donde olvidan sus pasadas penas. Él decide volver a su tierra, al interior de Estados Unidos, ella le sigue con su hija, y tras ciertos vaivenes se casan, pero el matrimonio no es lo que esperaban, sobre todo para ella, que se siente fuera de su mundo, lo que resquebraja su unión.

Una espléndida película, al más puro estilo de su director, de imágenes de una hermosura pasmosa, casi cuadros impresionistas, en la que apenas se habla y poco más se dice en unas voces en off que recuerdan lo pasado y expresan sentimientos, plenas de sugerida sutileza. Una historia sobre el amor, sea éste terrenal o religioso-espiritual, y sus dudas, que pueden llevar al desamor. Parece contada desde la rememoración y el ángulo de varios personajes, pero no es exactamente un recuerdo lineal, pues va requebrando a su vez en el tiempo, en pequeños zigzag evocadores de otros momentos vividos ... o ensoñados, mezclando realidad y anhelos.

Sin embargo, lo que no le quita mérito general y que os la recomiende si no os asusta el cine diferente a la mayoría, tiene algunos peros, como que esa poesía visual que es esta película, a veces, muy brevemente, cae en la vacuidad pseudolírica (de muy tenues fronteras con lo sublime, siempre depende de quien las trace), especialmente en las escenas del sacerdote y sus conflictos de fe, que para mí sobrarían casi en su totalidad, o que habría que reformular.

Ahora, para ayudarnos a hacernos preguntas sobre todo lo maravilloso que nos rodea, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Sabio es aquel que constantemente se maravilla de nuevo".  (André Gide).

 - "Lo importante es no dejar de hacerse preguntas".  (Albert Einstein).

 - "Me preguntas si debes o no casarte; pues, de cualquier cosa que hagas te arrepentirás".  (Sófocles).

 - "El noviazgo agrada más que el matrimonio, por la misma razón que las novelas son más divertidas que la historia".  (Chamfort).

 - "En amor, sólo el principio es maravilloso. Por eso encontramos tanto placer en volver a comenzar de nuevo".  (Príncipe Carlos José de Ligne).

 - "Nada nos puede impedir sentir esta maravillosa felicidad de ser preferidos a otros".  (André Maurois).

 - "El poeta llena el santuario interior de nuestro espíritu con pensamientos nuevos, maravillosos y placenteros".  (Novalis).

 - "Para mí, la belleza es la maravilla de las maravillas. Sólo los superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible".  (François de la Rochefoucauld).

Amén, François. Besos y abrazos,

Don.
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