¡Buenos días!
Como siempre, estos
matutinos, remanso de paz y meditación, me llevan más allá, alejándome todo lo
posible de cualquier conato de obsesión que pudiera atenazarme. Por lo demás,
este tierno invierno con el que hemos empezado el nuevo año, sigue a lo suyo,
aunque sin obstinarse demasiado en ninguna de sus facetas, pues estos últimos
días hemos tenido de todo un poco, a saber, frío relentoso con sus pertinaces
nieblas, lluvias copiosas pero breves, sol y natural frescor invernal. Así no
se nos vuelve compulsivo e intransigente, haciéndose más llevadero.
Este pasado puente de Año
Nuevo estuve en el cine viendo "Más allá de las colinas"
("Dupa dealuri"), de Cristian Mungiu, y con Cosmina Stratan, Cristina
Flutur, y Valeriu Andriuta. De este director habia visto anteriormente la
espléndida y sobrecogedora "4 meses, 3 semanas, 2 días" ("4
luni, 3 saptamani si 2 zile", 2007).
Después de haber pasado
algunos años en Alemania, una joven se reúne con su amiga del alma, que ahora
vive como monja en un aislado convento ortodoxo rumano, junto a otras pocas
monjas y a un inflexible sacerdote. Son uña y carne desde la infancia, cuando
se conocieron en el orfanato. La primera anhela que su amiga vuelva con ella a
Alemania, pero ésta se niega porque no sólo ha encontrado refugio en la fe
religiosa, sino que también considera a los miembros del convento como a su
nueva familia. Además, el sacerdote también se niega, y la cree una mala
influencia para la comunidad, así que ambos se enfrentarán.
Una buena película, dura y
seca, demasiado larga (dos horas y media), basada en un hecho real, que nos
habla de los perniciosos efectos de las obsesiones, sean de una persona que ama
con enajenación a otra y cuya obnubilación le impide ver más allá de su empecinamiento,
o de otras que se aferran a unos absurdos ritos sin la más leve justificación
lógica. Ambos venenos combinados producirán algo todavía más letal, que
emponzoñará todo lo que toque, todo por no respetar la libertad del otro, de
los otros, y empecinarse. En la opresiva comunidad conventual que se nos
retrata, todo es pecado, todo se reprime, no se vive apenas, y se interpreta la
religión al pie de la letra, lo que no puede llevar sino a la aberración, por
mucho que se le pongan las mejores intenciones de una "buena causa",
lo que nada justifica.
Ahora, para ir más allá de
nuestro ensimismamiento y oxigenar mentes, nada como un poquito de sabiduría
ajena, comenzando por una cita del director del film a propósito de éste:
- "Siempre me ha interesado observar el
cuidado que ponen los creyentes en respetar las reglas y prohibiciones, cuando
aplican tan poco la esencia y la sabiduría del cristianismo a su vida
cotidiana". (Cristian Mungiu).
- "Una de las primeras virtudes sociales
es el justificar en los demás lo que uno debe prohibirse a sí mismo". (C. Duclos).
- "Después de la virtud, es el
conocimiento, real y esencialmente, lo que eleva al hombre por encima de los
otros". (Joseph Addison).
- "La religión no es otra cosa que la
sombra del universo proyectada sobre la inteligencia humana". (Víctor Hugo).
- "En manos sensatas, el veneno es
medicina; en manos necias, la medicina es veneno". (Giovanni Casanova).
- "Todos los necios son obstinados y
todos los obstinados son necios".
(Baltasar Gracián).
- "Los más obstinados suelen ser los más
equivocados, como todos los que no han aprendido a dudar". (Samuel Butler).
- "Estemos siempre a punto para
contradecir sin obstinación y dejarnos contradecir sin irritación". (Cicerón).
Besos y abrazos,
Don.
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