lunes, 14 de enero de 2013

Nacimiento matutino

¡Buenos días!

No, no es que vaya a montar un belén, que las navidades ya pasaron, ni tampoco voy a armarlo, que no va con su pacífico carácter, sino que cada mañana vienen a dar a luz, aunque la negrura nos rodee, sobre mis entendederas. Por lo demás, renace otra mañana de invierno, agradable aunque algo más fresca, que anuncia que tal vez caiga virginal nieve en próximos días, cosa poco probable por la vera del Manzanares, pero mucho si subimos en altitud o latitud, por mi añorada ribera del Arlanzón, si no lo hizo ya.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Volver a nacer" ("Venuto al mondo", o "Twice born"), según prefiráis, que la película es políglota (de tres), y no os lo pongo en bosnio porque no me lo sé. Es de Sergio Castellitto y, además de él como secundario, trabajan Penélope Cruz, Emile Hirsch, Adnan Haskovic, Saadet Aksoy, y Pietro Castellitto (hijo del director). Está basado en la novela homónima (en italiano) de la mujer del director, Margaret Mazzantini, titulada aquí "La palabra más hermosa". De este director había visto anteriormente otro de sus tres anteriores films como director, que no me gustó, "No te muevas" ("Non ti muovere", 2004), en la que también estaban de lo mismo su mujer e hijo (todo un negocio familiar) cuyo matutino podéis ver más abajo.

Se nos rememora, mediante el viaje a Sarajevo de una mujer italiana y su hijo adolescente, la vida de ésta durante unos 25 años desde que fue por primera vez, poco antes de celebrarse allí los juegos olímpicos de invierno de 1984, a documentarse para una tesis doctoral sobre un escritor yugoslavo. Allí conoció a un guía nativo, un poeta local, y a un fotógrafo norteamericano del que se enamoró.  La obsesión de ella por tener un hijo, dados sus problemas de fertilidad, hizo tambalearse la relación, mientras se desencadenaba y desarrollaba, pocos años después, durante la década de los 90, la terrible guerra yugoslava. En el proceso del recuerdo, se verá obligada a redescubrir y enfrentarse a su pasado.

Un melodrama romántico que no me gustó, normalucho cuando no malucho, ni por la historia ni por como la cuenta. Todo un ramplón folletín, con algunas escenas, incluso, de "folletineo" (preciosos pechos de las dos actrices que los muestran). Quizás salvaría algunos muy breves y dispersos momentos y que las imágenes son bonitas (pechos incluidos). A los efectos del redescubrimiento de desgarradores dramas interiores por culpa de las guerras fratricidas (todas lo son), os recomiendo encarecidamente que veáis esa portentosa maravilla que vi hace dos años, "Incendies" (2010), de Denis Villeneuve.

Bueno, pues ahora toca que vean la luz en estos matutinos unas pocas citas de sabiduría ajena, que tal vez hagan nacer en nosotros el deseo de ser mejores:

 - "Lloramos al nacer, por tener que entrar en este gran escenario de locos".  (William Shakespeare).

 - "Cada noche morimos y cada mañana volvemos a nacer: cada día es una vida".  (Edward Young).

 - "Vivir es nacer a cada instante".  (Erich Fromm).

 - "Cada niño, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios no ha perdido todavía la esperanza en los hombres".  (Rabindranath Tagore).

 - "Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron".  (Khalil Gibran).

Besos y abrazos,

Don.

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Inmóvil matutino
(Miércoles, 29 de septiembre de 2004)

¡Buenos días!

Serena quietud en estos días de transición entre el finiquitado verano y el incipiente otoño. Extremo frescor mañanero, ayudado por la brisilla norteña, aunque atemperado por el sol de mediodía que deja unas agradabilísimas sensaciones térmicas para el resto del día (unos 27ºC, el veranillo de San Miguel) y que invitan a extasiarse en el entorno. No quisiera que cambiara este idílico clima que tanto bienestar me produce, pero ya sabemos que Heráclito, por contraposición al errado Parménides, tenía razón al sentenciar "nada es, todo fluye".

Pues como todo fluye, ayer tarde, a contracorriente del río Arlanzón, me encaminé con fluidez y presteza de nuevo a la sala de cine a ver otra película. Se trató del film italiano "No te muevas", de Sergio Castellitto, y con él mismo, Penélope Cruz y Claudia Gerini. Ante todo, a mí no me gustó gran cosa, a pesar de que la crítica la pone bastante bien.

Nos cuenta una historia de un adulterio pasado, bastante escabrosa al principio, historia que salvo algunas pequeñas pinceladas no me gustó. Curiosamente, si que me gustó y me pareció muy bueno lo accesorio de la película: el formato, las buenísimas fotografía y banda sonora, ese tempo lento que tanto aprecio en los films que me agradan, y casi, casi, el modo en que está contada la historia. Por lo tanto, para mantenerme a flote en los naufragios de la película, no me quedó otra que extasiarme en la serena y grandísima hermosura de Claudia Gerini ... ¡un bellezón de mujer!

Insisto, para que todo cambie a cada instante, el estado natural de las cosas, estado al que no nos queda otra opción que adaptarnos nosotros, un poquito de sabiduría ajena que nos ayude en la a veces desazonante transición:

 - "Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser querida y apreciada, es la mujer buena, y, en comparación de ella, el sol mismo no luce y son oscuras las estrellas".  (Fray Luis de León).

Ciertamente, merecen ser queridos los dos personajes femeninos principales de este film, la amante y la esposa. Y vuelvo a insistir, yo quiero y aprecio a la actriz Claudia Gerini ... ¡qué está buenísima! ... y me iluminó toda la oscura sala del cine cada vez que aparecía en pantalla.

 - "La pasión goza de todos los derechos porque va al encuentro de todos los castigos. Y no es inmoral, porque lleva en sí su terrible pena".  (Anatole France).

Besos y abrazos,

Don.
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