miércoles, 29 de abril de 2009

Pírricas tablas matutinas

¡Buenos días!

Otra jornada más de primavera en la que parece que volverán a firmar un empate el sol y las nubes, con un tiempo para cada uno: la mañana, de claro dominio nuboso; y la tarde, de soleado paseo. Lo de pírrico más bien se lo aplicaría, en principio, a la nubosidad, pues se esfuerza en dominar el clima, pero no consigue su objetivo, chorrearnos a base de bien, y así el sol luce menos después al no tener nada que hacer crecer con fuerza, ya que le falta el agua vital, con lo que su triunfo vespertino es también bastante pírrico.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Rudo y Cursi", de Carlos Cuarón, y con Diego Luna (Rudo), Gael García Bernal (Cursi), y Guillermo Francella. En una aldea profunda de México dos jóvenes hermanos, cuyos apodos son los del título, juegan al fútbol en el equipo local, el mayor como portero (Rudo) y el menor como delantero (Cursi). Un peculiar manager argentino que pasa por ahí les ve, les dice que prometen, y termina colocándoles en sendos equipos de la primera división mexicana, donde terminan por triunfar. Una historia del ascenso y caída de estos ídolos de masas, cuya peripecia está trufada de fama, excesos (ludopatía que corroe a Rudo, y gusto por las mujeres equivocadas que arrastra a Cursi), y rivalidad y cariño fraternales. El divertido final, como divertido es todo el film, acaba en un pírrico empate a cero entre los equipos de ambos hermanos, que no sirve a ninguno de ellos en sus aspiraciones personales; aunque a efectos deportivos es un triunfo para Rudo, a nivel personal es una hecatombe, como lo es, en ambos aspectos, para Cursi.

Esta estupenda, divertida, socarrona e irónica historia, no habla solo sobre el fútbol y sus aledaños, principalmente por los filosóficos y singulares comentarios en off del manager, ¡argentino tenía que ser!, que hacen del fútbol una metáfora de las relaciones entre hermanos, las familiares y sobre la vida misma. Nos habla del mundo del fútbol en sí mismo, ese deporte entre rudo y cursi, que como dicen los británicos, es un deporte de caballeros jugado por bestias, al contrario que el rugby, un deporte de bestias jugado por caballeros. También, entre varias otras cosas más, de como la felicidad puede ser mucho mayor en la desgracia que en la prosperidad.

Por tanto, muy especialmente si os gusta el fútbol, aunque si no también, os la recomiendo. Una advertencia: el cerradísimo acento mexicano que impide enterarse de buena parte de los diálogos, lo que hubiera hecho necesario, mucho más que en el caso de que el idioma hubiera sido el arameo, el subtitular toda la película. Una observación más: hacía muchos, muchos meses, casi años, que no me encontraba solo en una sala de cine, ¡era el único viendo ese film a esa hora! ... Y una recomendación más, la serie de televisión "Pelotas", otra divertida aproximación al mundo futbolero, que echan los lunes por la noche (prime time) en TVE1.

Ahora, para minimizar los efectos euforizantes de las victorias, como los deprimentes de las derrotas, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida". (Arturo Graf).

- "Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común". (Napoleón Bonaparte).

- "Nada tan estúpido como vencer, la verdadera gloria está en convencer". (Víctor Hugo).

- "Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema". (Winston Churchill).

- "Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista que tiene que leer". (José Saramago).

- "La derrota tiene algo de positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva". (José Saramago).

- "(...) Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores. (...) Si puedes hacer un montón con todas tus victorias. Si puedes arrojarlas al capricho del azar, y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos sin que salga de tus labios una sola queja. (...) Si no pueden herirte amigos ni enemigos. (...) Tuya será la tierra y sus codiciados frutos, y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!". (Rudyard Kipling).

Besos y abrazos,

Don.
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