martes, 21 de abril de 2009

Matutino arrabalero

¡Buenos días!

No, no, y mil veces no, mi bien amada ribera del Arlanzón no es arrabalera, que es el culmen de la exquisitez. Si acaso me refiero a que en unos días volaré a los arrabales que hay allende el sur suyo pues, aunque ha mejorado y atemperado mucho el clima (deliciosamente fresco), iré a buscar la luz a mi ciudad natal, como casi siempre, que aquí está bastante nublado, aunque de cuando en cuando se escapen algunos rayos de vivificante sol. Y no es que tache también de arrabaleros, en el mal sentido del término, a mis muy queridos madriles, sino que estos se encuentran a las afueras de la que es, hoy por hoy, el centro de mi vida laboral.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "París, París" ("Faubourg 36"), de Christophe Barratier, y con Gérard Jugnot, Clovis Cornillac, Kad Merad, y Nora Arnezeder. De este director ya había visto su anterior y muy exitosa "Los chicos del coro" ("Les choristes"), que me gustó bastante más, sobre todo por las preciosas canciones corales, que la que enseguida os glosaré, aunque tampoco fue para tirar cohetes.

En la primavera de 1936, en un imaginario barrio (suburbio o arrabal, que es lo que significa en francés faubourg) parisino de clase obrera, Faubourg, unos trabajadores del mundo del espectáculo se quedan en paro por una cacicada del mafioso local, quien compra y cierra el teatro de variedades en el que trabajaban. Se deciden a "okupar" el teatro y ponerlo otra vez en marcha, en régimen de cooperativa, con la ayuda de otros vecinos, con el fin de que, si tienen éxito, puedan comprar el local para seguir ganándose la vida. Una película corrientita, normalucha, anodina, tontorrona a ratos, y con algunos leves excesos de nostálgico y emocional caramelo.

Ahora, un poquito de sabiduría ajena que nos dé luz por entre nuestros arrabales vitales:

- "No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo. los que nos proporcionan la felicidad". (Thomas Jefferson).

- "Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa". (Mark Twain).

- "Si te atrae una lucecita, síguela. Si te conduce al pantano, ya saldrás de él. Pero si no la sigues, toda la vida te mortificarás pensando que acaso era tu estrella". (Friedrich Hebbel).

- "Ver cumplido un sueño, sudar la gota gorda realizando un trabajo solitario, tener la oportunidad de crear; esa es la sustancia de la vida. El dinero no es más que un adorno". (Bette Davis).

Besos y abrazos,

Don.
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