¡Buenos días!
Amanece, y el sol, más que plantarse en el levantino horizonte, sin cortapisas nubosas que lo enturbien, seguirá naturalmente su curso hasta el de poniente, con la esperanza de encontrar allí de nuevo un buen lugar para descansar y reconfortarse. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 19ºC. Por lo demás, siempre estoy deseando plantarme en cada nuevo matutino que surge a mi paso y no salir de él, pero son tantos que no sé en cual quedarme. De momento, y no sé cuánto durará, con este que tengo entre manos, tecla a tecla, hasta que decida irse de mí a su libre albedrío y le deje volar.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Una quinta portuguesa" (2025), de Avelina Prat, y con Manolo Solo, María de Medeiros, Branka Katic, y Rita Cabaço. Es la segunda película de largo de su directora, tras "Vasil" (2022).
Un profesor universitario, casado desde hace tres años, queda desolado cuando su mujer abandona el hogar para regresar a su país, Serbia, sin decir nada ni dejar pista alguna de su paradero. Sin saber muy bien qué hacer, deja su vida anterior y se va a Portugal, donde conoce a un jardinero que muere repentinamente mientras está con él y sobre la marcha decide suplantar su identidad para irse a trabajar a una quinta donde le habían contratado. Allí encuentra una nueva vida y establece una peculiar amistad con la dueña de la finca.
Estupenda película (nota: 8), muy bonita, especie de fábula que me fue encantando poco a poco, cada vez más, en su sosegado transcurrir, con momentos de lo más delicioso, con misteriosos imprevistos, con entrañables personajes, de los que se hacen querer de puro buenos, enigmáticos y cuyos secretos van desvelando sin prisa, cuando se sienten cómodos con el ambiente que les rodea. Tiene un giro final, en su último cuarto de metraje, inesperado para mí, acaecido sin brusquedades, con naturalidad, que abunda todavía más en lo que trata la película, a saber, de ese lugar que todos soñamos y algunos se atreven a ir, sea por propia voluntad u obligados por sus circunstancias, donde sentirse bien y encontrarse a uno mismo. También nos habla de buena amistad y convivencia entre nosotros, seamos de donde seamos, y quien seamos.
Ahora, y aunque no hay quinta mala, ahí os dejo solo estas tres citas de sabiduría ajena para que nos hagan buena compañía alegrando nuestra estancia por aquí:
- "La verdadera amistad es planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a la completa madurez". (George Washington).
- "Haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza, esparcimos las semillas de lo divino". (Friedrich von Schiller).
- "Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma". (Marcel Proust).
Besos y abrazos,
Don.
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