¡Buenos días!
Va a amanecer, el sol emboscado tras el horizonte espera a salir no sin antes hacer que se encienda casi de carmín el filo levantino del cielo, sin nubes, así que no lloverá ni necesitaremos por tanto de encapucharnos en esta deliciosa y serena jornada primaveral de la que hoy disfrutaremos en pleno invierno de calendario, con una máxima prevista por los madriles de 15ºC. Y al acecho de incautos matutinitos ando yo, como siempre, habiéndome llevado esta mañana a mis alforjas, o cestita de mimbre, este que ahora tengo entre manos, que garras no creo tener, y del que daré buena cuenta a no mucho tardar.
Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Caperucita en Manhattan", basada en la novela homónima (1990) de Carmen Martín Gaite, adaptada y dirigida por Lucía Miranda, e interpretada por Carolina Yuste, Carmen Navarro, Miriam Montilla, Mamen García, y Marcel Mihok.
Una jovencita que vive en Brooklin, un distrito de Nueva York, desea ir ella sola a Manhattan (otro de sus distritos urbanos), donde vive su abuela, una mujer de lo más moderno, para llevarle una tarta de fresa de las que hace su madre. Por ello un día se escapa de casa y por el camino hacia la de su abuela vivirá nuevas experiencias y, atravesando un oscuro parque, se encontrará con Mr. Woolf, un multimillonario pastelero, y también con una excéntrica pordiosera que durante el día duerme en el interior de la Estatua de la Libertad y por la noche sale a ayudar a quien lo necesite.
Buena obra en general (nota: 6) esta muy particular e imaginativa reinterpretación del cuento clásico, pero con sus más y sus menos, de la que me gustaron su original creatividad, montaje, escenografía, música y actuaciones, especialmente de Carolina Yuste (canta muy bien) y Carmen Navarro (muy divertida), pero no tanto lo que me contaban ni el cómo lo hacían, de un modo un tanto confuso e incomprensible para mí. Las más de las veces no sabía de qué me querían hablar. Pero bueno, algo conseguí libar de lo que trataba de destilar; como de la libertad de elección y lo difícil que es a veces llevarla a cabo; de tratar de ser uno mismo, por diferentes que creamos ser de los demás... vamos, todo un tratado de maduración vital.
Bueno, llegó el momento de desembozarme y enseñar los dientes y las garras de la sabiduría ajena, con estas citas más o menos afiladas que atrapen bien a nuestras entendederas:
- "En un bosque se bifurcaron dos caminos, y yo... yo tomé el menos transitado. Esto marcó toda la diferencia". (Robert Frost).
- "No creo para nada en la eficacia de los sermones; son como los avisos que vemos en las curvas peligrosas: inútiles para los que conducen con prudencia; más inútiles todavía para los que van decididos a estrellarse". (Jacinto Benavente).
- "Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino". (Proverbio Árabe).
- "También las indecisiones se toman, también dejar de hacer es una forma de hacer". (Carmen Martín Gaite).
- "Lo sé. Me complico la vida, me hago preguntas y me meto en líos. Digo lo que pienso y lo que siento; no tengo miedo de lo que piensen de mí. Y estoy contenta, a pesar de todo, siendo como soy". (Carmen Martín Gaite).
Besos y abrazos,
Don.
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