¡Buenos días!
Sale el sol por el horizonte, sin tapujos nubosos que lo enmascaren, en este frío amanecer (2ºC) que invita a los frioleros a embozarse, y a mí a abrir de par en par mis velos textiles y disfrutarlo, que apenas hace viento y no lo sufro, más bien me recreo en ello. La máxima prevista para hoy por los madriles alcanzará, gracias al tibio solecito, los 13ºC. Y este matutino, algo diferente a los demás, en apariencia, guarda la intrínseca esencia de sus predecesores, a poco que sepamos mirar más allá de su epidermis.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "A different man" (2024), de Aaron Schimberg, y con Sebastian Stan, Renate Reinsve, y Adam Pearson. Es el tercer largo, y primero que veo, de este director.
Un tipo acomplejado por una severa malformación facial que padece, a causa de unos tumores cutáneos, que intenta sin demasiado éxito trabajar como actor, secretamente enamorado de su nueva vecina, se somete a un tratamiento médico experimental para tratar de curar su mal, con un resultado fabuloso, tanto que su sueño se convertirá en su pesadilla. Cambia de casa y trabajo, y su hermoso nuevo aspecto le permite empezar una nueva vida, con otra identidad, a pesar de que sigue siendo por dentro quien siempre fue y no quien quiere llegar a ser. Trata de acercarse de nuevo a su antigua vecina pero, aunque al principio lo consigue, la aparición de un desconocido, tan igual, tan distinto a él, y que le recuerda a su anterior vida, hará que toda su nueva fachada, su máscara, se resquebraje... y se frustra, insatisfecho.
Buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, aunque bastante interesante, esta especie de fábula satírica de humor esquinado que descoloca y provoca reflexión, algo provocativa e incómoda de ver por momentos, surreal, con situaciones un tanto kafkianas... diferente, en definitiva. Transitando por la nebulosa frontera entre realidad y ficción, además del proceso creativo y de metaliteratura, nos habla con acidez y cierto descreimiento sobre la importancia, o la ausencia de ella, del aspecto físico, de las apariencias, así como de la identidad, de quienes somos y como nos ven los demás, nuestro interior y nuestras fachadas, vamos, ¿puede cambiar nuestra manera de ser con un nuevo careto o careta?... Por momentos quise ver la invasión de los ultracuerpos en algunas situaciones de la película en ese cruce entre cuerpos feos y bonitos y almas que no cambian dando igual en que nuevo cuerpo estén.
A diferencia de otros matutinos... ¡de eso nada!... como siempre en ellos, llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas que tal vez ayuden a aceptarnos tal cual somos, al natural, sin maquear:
- "El deseo de ser diferente de lo que eres es la mayor tragedia con que el destino puede castigar a una persona". (Sándor Márai).
- "Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre". (Lucrecio).
- "Nadie puede llevar mucho tiempo una máscara. Lo que se finge recupera rápidamente su naturaleza". (Lucio Anneo Séneca).
- "Para conocer el amor tenemos que decirnos la verdad a nosotros mismos y a los demás. Crear un falso yo para enmascarar miedos e inseguridades se ha vuelto tan común que muchos de nosotros olvidamos quiénes somos y qué sentimos debajo de ese pretexto. Superar esto es siempre el primer paso para desvelar nuestros deseos con meridiana honestidad". (Gloria Jean Watkins, "bell hooks").
Besos y abrazos,
Don.
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