martes, 2 de agosto de 2022

Matutino fracturado y sanado

¡Buenos días!

No, no se me ha hecho añicos y he tenido que recomponerlo urgentemente, pero acabo de caer en que, por muy únicos que sean cada uno de ellos, están compuestos de partes (ya sabéis, la meteorología, la cinefilia y la sabiduría ajena), parece que divididas e independientes entre sí, pero no es así, pues están imperceptiblemente entrelazadas por un qué sé yo que las amalgama y les confiere una robusta salud. Y este, otra vez, tórrido verano que vuelve por sus más radicales fueros, más que dividirnos en trocitos nos funde en una informe amalgama, cual helado de crema derretido, y ya no sé dónde termino yo y comienza la sofocante densidad que me rodea. Tras una otra tropical noche con 25ºC de mínima al amanecer, se nos presenta otra jornada plomiza (39ºC de máxima prevista por los madriles), y parece que no haya brisa fresca que la pueda fisurar para aliviarnos algo la existencia inmersos en esta calorina.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La fractura" ("La fracture", 2021), de Catherine Corsini, y con Valeria Bruni Tedeschi, Marina Foïs, Pio Marmaï, y Aïssatou Dialo-Sagna. De esta directora francesa había visto dos de sus anteriores largos, "Un amor imposible" ("Un amour impossible", 2018) y "Partir" (2009).

En la colapsada sala de urgencias de un hospital público parisino confluyen varios personajes: una pareja de mujeres al borde de la ruptura de su relación amorosa de hace años, que tras una discusión, una de ellas resbala y se fractura el brazo; un indignado y alterado manifestante herido por la policía tras una desmedida carga de estos; y una enfermera sobrecargada y desbordada de trabajo, como todos sus compañeros, pues los sanitarios también están de huelga protestando por la falta de personal y de medios. Además de las muchas urgencias habituales, están llegando bastantes heridos de la cada vez más violenta manifestación exterior, lo que provoca que se tenga que cerrar el hospital y que nadie pueda entrar ni salir dado lo peligroso de la situación. La noche será larga.

Muy buena película (nota: 7) esta tragicomedia con deje humorístico y socarrón, especialmente por parte de la paciente fracturada y las esperpénticas situaciones a que da lugar, tan impaciente con lo suyo como la mayoría del resto, humor que modula lo más serio que se trata. El título no tanto se refiere a este más bien trivial hecho particular, como a la cada vez mayor división social francesa (y del resto de países), ni creo que la historia esté centrada en las desventuras amorosas de esa mujer, ni en las cuitas del resto de pacientes, pues más me parece un panegírico de la sanidad pública universal y de la necesidad de dotarla de medios necesarios (extensible a la educación y demás auténticos pilares de una próspera sociedad), además de manifestar cierto malestar social, que debería ser atendido a su debido momento so pena de tener que hacerlo urgentemente en una UCI. Mejor prevenir de buenas maneras que curar fracturas de mala manera.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, no sé si a modo de bálsamo de Fierabrás, aunque tal vez cure alguna que otra pérdida de conocimiento, algo de nuestro desconocimiento quería decir:

 - "La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud".  (Thomas Jefferson).

 - "A mí me gustaría que la globalización fuera total, es decir, que no solo se globalizase la economía sino también la salud y la educación; que se globalizase la justicia y que se constituyese un Tribunal Penal Internacional. Si la técnica obliga a mundializar los problemas económicos, también obliga a mundializar los recursos, y por tanto se impone un gobierno mundial y no el dominio de todo el planeta por una sola potencia, como hoy sucede".  (José Luis Sampedro).

Besos y abrazos,

Don.

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