¡Buenos días!
Bueno, dejemos eso para el final de este matutino, que ya llegará y al que todavía le queda mucha cuerda que recorrer, y empecemos a disfrutar de él desde el mismo saludo inicial que tan buenos deseos nos transmite. Y el verano, aunque hoy se nos está poniendo el cielo cada vez más gris y muy probablemente lloverá, y mañana bajarán bastante las temperaturas, seguro con más lluvia, remedando al otoño por venir en poco tiempo, todavía no quiere despedirse de nosotros, ni a la francesa ni explícitamente, cuando le toque marcharse. De momento hoy, con 27ºC de máxima prevista por los madriles, lo dicho, cielo gris y agua al caer.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Adiós, idiotas" ("Adieu les cons", 2020), dirigido por Albert Dupontel, y con Virginie Efira (guapísima), el mismo Albert Dupontel, y Nicolas Marié. Es el séptimo largo, y tercero que veo, tras "Nos vemos allá arriba" ("Au revoir là-haut", 2017) y "9 meses... de condena" ("9 mois ferme", 2013), como director de este también guionista y actor francés, de quien además he visto algunas películas suyas en las que actuaba para otros directores.
Una mujer de 43 años recibe la noticia de que su grave enfermedad la matará en poco tiempo y decide ir en busca del hijo que tuvo a los 15 años y que sus padres entregaron contra su voluntad a los Servicios Sociales. En su desesperada búsqueda se encontrará con un funcionario responsable de la seguridad informática del ministerio, solitario, deprimido y que intenta suicidarse tras una decepción laboral, y con otro, ciego y entusiasta, responsable del archivo municipal, que la ayudarán en su empeño.
Una muy buena película (nota: 7), que me divirtió y entretuvo, y en algún ratito incluso me emocionó. Extravagante tragicomedia de humor negro, algo esquinado, muy particular, como todos sus personajes lo son también, muy raritos. Tiene cierta intriga e imaginación desbordante que homenajea, reconocido en los títulos de crédito originales, a Terry Gilliam, especialmente a su cinta "Brazil" (1985), pues de trasfondo queda el burocrático Gran Hermano tecnológico que controla a la población, así como el estar enganchados, y embobados con, las nuevas tecnologías, mientras nos habla de gente que quiere vivir pero la enfermedad se lo impide, de gente que tiene la posibilidad de vivir pero no quiere, y de gente que vive con entusiasmo a pesar de la enfermedad.
Ahora, como quien no quiere la cosa, no sin antes leer las siguientes citas de sabiduría ajena, que tal vez nos alivien de algún atontamiento, ya va tocando el irse despidiendo:
- "¡Lo terrible no es la llegada de la muerte, sino el adiós a la vida!". (Maurice Maeterlinck).
- "Me voy acercando lentamente a ese momento en el que los filósofos y los imbéciles tienen el mismo destino". (Voltaire).
- "Hay dos maneras de conseguir la felicidad: una, hacerse el idiota; otra, serlo". (Enrique Jardiel Poncela).
- "La tontería es la más extraña de las enfermedades: el enfermo nunca sufre, los que de verdad la padecen son los demás". (Paul Henri Spaak).
Besos y abrazos,
Don.
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