miércoles, 19 de junio de 2019

Eterno viaje fugaz a los matutinos

¡Buenos días!

Una eternidad me parece, incluso un leve parpadeo, el tiempo que llevo viajando al lado de mis matutinos. Por darle algo de dimensión a lo infinito, que viene a ser lo mismo que lo infinitesimal, diría que llevo con ellos casi 20 años, que no son nada ni con febriles miradas, parafraseando el celebérrimo tango "Volver" de Carlos Gardel, que bien podría valer como sabiduría ajena para hoy. Y nada son los 29ºC de soleada máxima prevista para hoy por los madriles, comparados con los 35ºC o más que habrá en breves días, nada más superar el inminente solsticio de verano, canícula que pronto empieza y que larga se nos hará, así que trataremos de buscar refugio en la noche o en las sucedáneas sombras.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Largo viaje hacia la noche" ("Di qiu zui hou de ye wan"), de Bi Gan, y con Huang Jue y Tang Wei. Segundo largo y primero que veo de este director chino.

Un hombre regresa a su ciudad natal, de la que huyó hace años, para buscar obsesivamente a la mujer que amó entonces y que nunca logró borrar de su memoria.

Película que nada me dijo (nota: 2), un dislate sin sentido, infumable, aburridísima, casi que diría que una paja mental de su creador, muy de mirarse el ombligo me parece. Eso sí, por momentos, preciosismo estético, con algún déjà-vu recreado, de maneras sofisticadas, pero nulo contenido, incomprensible por lo que a mí respecta. Película de sensaciones, que no me llegaron, con sobredosis de crípticos simbolismos. En otros casos similares, las del gran maestro Wong Kar Wai, por ejemplo, sí que me tocaron y entré en ellas, pero no en este, ni tampoco en otros, como en las de Hou Hsiao Hsien, plomazos. Ambos dejan su impronta, estilística y conceptual, en esta de Bi Gan.

Estructurada en dos partes, una rodada en 2D y otra en 3D, esta última en un único plano secuencia de gran virtuosismo, que para mí fue todo en 2D pues fue en un cine sin esa posibilidad; dicen que habla del tiempo, de la memoria, del espacio, todo dislocado, pasando de la realidad de la primera parte a los ensueños de la segunda. Todo un absoluto desparrame inabarcable por mis cortas entendederas.

Pues para tratar de ensancharlas, un poquito de sabiduría ajena quizá me venga bien, comenzando por la letra del tango de antes, y continuando con las siguientes tres citas, pues he leído por ahí que el título original en chino significa lo mismo que el de un cuento de Roberto Bolaño ("Últimos atardeceres en la Tierra"), y el título internacional (español incluido) es el de una famosa novela de Eugene O'Neill:

 - "Las metáforas son nuestra manera de perdernos en las apariencias o de quedarnos inmóviles en el mar de las apariencias".  (Roberto Bolaño).

 - "Creer en el sentido común es la primera falta de sentido común".  (Eugene O'Neill).

 - "Olvidemos el pasado: aquellos no éramos nosotros".  (Eugene O'Neill).

Besos y abrazos,

Don.
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