jueves, 13 de junio de 2019

Matutino que ora cree ora no

¡Buenos días!

No sé muy bien qué creer, enganchado como suelo en el muy recomendable escepticismo de casi todo, por no ser categórico y decir de todo, ni tampoco aburriros con la adormidera letanía de su enumeración, sin plegarme a dogma alguno, o eso creo. Otra mañana en la que el sol se elevará desde el horizonte, y las temperaturas bastante, hasta los 28ºC de máxima prevista por los madriles, aunque no tanto como para alcanzar los altares veraniegos de allende la treintena hasta rondar la febril cuarentena en la cercana canícula que resucitará, a no mucho tardar, un año más.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El creyente" ("La prière"), de Cédric Kahn, y con Anthony Bajon, Damien Chapelle, Àlex Brendemühl, Louise Grinberg, y Hanna Schygulla. De este director francés, y también actor, había visto uno de sus anteriores largos, "Una vida mejor" ("Une vie meilleure", 2011).

Para superar su adicción a la heroína, que casi le mata, un joven ingresa en una comunidad religiosa aislada, cerca de las montañas alpinas, que se dedica a rehabilitar a los toxicómanos mediante el recogimiento espiritual, la oración, el trabajo y el apoyo mutuo. Tras su rechazo inicial al ambiente y subsiguientes momentos de querer abandonarlo todo, poco a poco irá superando el duro trance (el mono), deshabituándose de la droga, y enganchándose casi que con exaltación a la religión, que anteriormente daba de lado. Entretanto, conocerá a una joven que vive en una granja cercana y de la que se irá enamorando.

Una buena película (nota: 6) que en principio podría haberme tirado para atrás, pero que no me desagradó. A través del protagonista, y sus colegas de voluntario internamiento, que deja una adicción (a una sustancia física) para dejarse abrazar por otra (una espiritual), que adormece penas y más, que ya lo decía Karl Marx, eso de que la religión es el opio del pueblo. Como conocimiento documental bien está la muestra de los ritos y normas de esa comunidad religiosa de laicos católicos que cura a base del ora et labora, aunque algo cansino se me hizo por ese lado. Retrato de gente que llega sola, angustiada, desnortada, pero que se aferran tanto (demasiado) al confortable calorcito de la enclaustrada comunidad que les sanó, que luego temen salir afuera a seguir sus vidas, angustiados ante los presuntos (o muy reales, según el caso) peligros de allá afuera, recaídas incluidas.

Ahora, según rezan los cánones de estos matutinos, creo que toca la sabiduría ajena, razón de más para hacernos preguntas tras sus enseñanzas, o adormecernos, según cada cual prefiera:

 - "Desde la infancia nos enseñan; primero a creer lo que nos dicen las autoridades, los curas, los padres... Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos".  (José Luis Sampedro).

 - "Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente".  (Robert Bolt).

 - "Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti".  (San Agustín).

Besos y abrazos,

Don.

No hay comentarios: