miércoles, 6 de julio de 2016

Reales espejismos matutinos

¡Buenos días!

No espero un minuto más y me pongo a la tarea matutina, siempre con renovado optimismo suceda lo que suceda, y desparramo aquí mis desvaríos mañaneros, ilusiones no sé si multidimensionales, que realmente creo ver, y proyecto todo lo que pasa por mi cabeza sobre el plano bidimensional de una hoja en blanco con algo de negrura... en las letras escritas, que no en su composición escrita... eso espero. Sigue haciendo mucho calor, con máximas rondando los 35ºC, y ya con el seso sorbido y recocido trato de extraerle las últimas gotas de humor a la cosa, no sé si del sudoroso o del gracioso.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Esperando al rey" ("A hologram for the king"), de Tom Tykwer, basada en la novela homónima (en inglés) de Dave Eggers, también coguionista junto con el director, y con Tom Hanks, Alexander Black, Sarita Choudhury, y Sidse Babett Knudsen. De este director alemán había visto sus cuatro más recientes films anteriores: "El atlas de las nubes" ("Cloud atlas", 2012), "Three" ("Drei", 2010), "The international (Dinero en la sombra)" ("The international", 2009), y "El perfume. Historia de un asesino" ("Das parfum. Die geschichte eines" o "Perfume. The story of a murderer", 2006).

Un alto ejecutivo norteamericano venido a menos, tanto en su vida profesional como familiar, pues arruinó con sus decisiones a la anterior empresa en la que trabajaba, y en la actual es un empleado más del montón, y se acaba de divorciar y tiene que tratar de vender su casa (con el mercado inmobiliario colapsado por la crisis) para poder pagar la universidad de su hija, con la que trata de no perder el contacto, es enviado por su nueva empresa, quien le da una última oportunidad, a Arabia Saudí para tratar de vender al rey un nuevo y avanzado sistema tecnológico de telecomunicación mediante hologramas. A su llegada es todo un desastre: nada de lo que le prometieron en las negociaciones previas se cumple, choca contra la burocracia y las caóticas costumbres locales, impenetrables y desconcertantes para él, y no consigue apenas avanzar en sus gestiones. Pero a pesar de sus penurias trata de irradiar un forzado optimismo para conseguir vender el producto.

Una muy buena película (nota: 7), que vi con mucho agrado, esta comedia de mirada perpleja, a ratos absurdamente surrealista, y con algún toque de melodrama, que nos retrata las venturas y desventuras del protagonista, perdido en su vida y en medio del desierto, esperando a un rey que puede salvar su futuro, y que nunca llega. Como lejano eco subyace cierta sorna crítica sobre nuestro sistema económico actual, con constantes síntomas de tambaleo que amenazan derrumbe (burbujas inmobiliarias y demás). A pesar de tan negros augurios, puede haber ciertos síntomas de esperanza, y tal vez nuevas oportunidades.

Ahora algo de sabiduría ajena que espero nos ayude a separar lo real de lo ilusorio:

 - "Palabra de rey, siempre se cumplía; pero eso era en otros días".  (Refrán).

 - "El poder absoluto fue y será siempre la causa de la decadencia y de las desgracias de los pueblos, que tarde o temprano llegan a padecer los mismos reyes".  (Barón de Holbach).

 - "Quien espera, desespera; y quien viene, nunca llega".  (Refrán).

 - "El que vive esperando morirá ayunando".  (Benjamín Franklin).

 - "Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar cuando se espera".  (Gustave Flaubert).

 - "En última instancia, todo tiene arreglo, menos la dificultad de ser, que no lo tiene".  (Jean Cocteau).

Besos y abrazos,

Don.
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