martes, 19 de julio de 2016

Esgrimiendo matutinos

¡Buenos días!

Más que utilizarlos para lograr quien sabe qué, en ellos arguyo las reflexiones, no sé si desvaríos, que me provocan los films que suelo ver la tarde anterior. Por lo demás, otro día más de tórrido verano, con máximas al filo de la cuarentena, que nos dejan touché en cuanto asomamos por la intemperie, así que no queda otra que aprender a esquivar las certeras acometidas de los rayos solares al abrigo de las sombras o con el escudo de cualquier artilugio a modo de parasol.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La clase de esgrima" ("Miekkailija"), de Klaus Härö, y con Märt Avandi, Ursula Ratasepp, y Lembit Ulfsa. Es el quinto largo y primero que veo de este director finés.

A principios de la década de los 50, un joven campeón de esgrima llega de incógnito a un pequeño pueblo de Estonia, que la Unión Soviética se anexionó tras la II Guerra Mundial, escondiéndose de la policía secreta de Stalin que le persigue. Allí se encarga de impartir las clases de educación física del colegio. Además funda un club deportivo de esgrima donde los chavales se apuntan con entusiasmo, toda una novedad para su aburrida existencia, convirtiéndose en la figura paternal que necesitan, dado que la mayoría son huérfanos de guerra. Este éxito provoca las cicateras envidias e insidias del anodino y mediocre director, quien logra averiguar su verdadera identidad, al indagar en su pasado. Cuando éste alcance al profesor, deberá decidir entre huir y salvarse o no defraudar a sus pupilos.

Una buena película (nota: 6), agradable y de ritmo pausado, con momentos de contenida emoción, y alguna ligera sobredosis de épica deportiva al final, no muy de mi agrado en general, aunque tolerable en este caso, por la contención general en los modos de narrar, así que no me llegó la sangre al río. A través de esta historia de profesor que dota de nuevas ilusiones a la gris vida de sus alumnos se nos habla de lo importante que son ciertas personas para marcar el buen camino de otras, muy especialmente si son niños.

Ahora algo de sabiduría ajena, un útil útil que, bien usado, puede proporcionarnos grandes logros:

 - "La verdadera inteligencia no es una herramienta, sino una mano capaz de esgrimir con provecho cualquier herramienta de la que se trate".  (Thomas Carlyle).

 - "Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender".  (Arturo Graf).

 - "Lo que el maestro es, es más importante que lo que enseña".  (Karl A. Menninger).

 - "Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos".  (Carl Gustav Jung).

 - "Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más".  (Proverbio hindú).

 - "Todos pueden superar sus circunstancias y alcanzar el éxito si tienen dedicación y pasión por lo que hacen".  (Nelson Mandela).

Besos y abrazos,

Don.
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