jueves, 21 de enero de 2010

Encintando matutinos

¡Buenos días!

No creo ni que estén embarazados, ni molestos con nada, que en realidad están llenos de films cinematográficos (de las glosas que hago de ellos), en la inmensa mayoría de estos matutinos. Por lo demás, la panza de burra que cubre el cielo no parece estar preñada de lluvias. Hace más fresco que ayer y, además, amanecimos con neblinas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La cinta blanca" ("Das weisse band"), de Michael Haneke, cinta multipremiada: palma de oro en Cannes, premio fipresci, triunfadora de los premios del cine europeo y candidata por Austria a los Óscar de este año. De este director he visto la mayoría de sus películas: "El séptimo continente" (1989), cuyo matutino, que contiene un enlace a los de "La pianista" (2001), "El tiempo del lobo" (2002), y "Caché" (2004), podéis ver pinchando aquí; "71 fragmentos de una cronología al azar" (1994), cuyo matutino podéis ver pinchando aquí; "El castillo" (1997), cuyo matutino podéis ver pinchando aquí; y "Funny games" (2007), cuyo matutino podéis ver pinchando aquí.

En un idílico pueblo alemán, en las vísperas de la I Guerra Mundial, empiezan a pasar cosas extrañas, accidentes y violencia inexplicables, rituales castigos, ejemplares y purificadores, que siembran el pueblo de miedo y muerte. En todo esto, los angelicales niños y niñas del coro escolar parecen tener algo que ver. Niños que serán los adultos que impulsarán o consentirán el futuro ascenso del nazismo. Niños abducidos por una estricta y puritana educación moral y religiosa, cuajada de valores absolutos, en el que la culpa y el pecado provocan miedo y violencia, ya que parece que los niños los replican (sin replicar a la autoridad) sobre todo aquel igual, o que consideren inferior, que no sea como ellos. Niños objeto de maltrato físico y anímico, cuando no de abusos, humillados a lucir una cinta blanca en el brazo como castigo para que todos vean que se apartaron del recto camino (lo que desembocará en el remedo de la cinta con estrella que se imponía a los judíos en los guetos).

Como siempre en el cine de Haneke, se tiene la incómoda sensación de fría desazón ante lo que nos muestra, nos sentimos zarandeados por las situaciones que nos plantea, que siempre llevan a la reflexión. Nos aterra y perturba con todo lo que oculta a nuestra vista, tan solo sutilmente esbozado, sobre la actitud de sus personajes. Aunque sus historias parecen abocarnos a la desesperanza, en muchas de ellas siempre queda un leve resquicio para la esperanza, de que algo pueda cambiar. Esta estupenda película, rodada en luminosísimo blanco y negro que recuerda por su belleza a los films de Dreyer ("Ordet (La palabra)", "Dies irae", ...), aunque también los recuerda por la torturadora y severísima moral religiosa puritana que viven sus personajes, ha sido casi unánimemente alabada por la crítica como una obra maestra, aunque a mí la que más me ha gustado ha sido "El tiempo del lobo".

Ahora, un poco de sabiduría ajena, casi un monográfico de la de este director, para tratar de tomar conciencia y tratar de evitar rígidos planteamientos:

- "No seas siempre riguroso ni siempre blando, y escoge el medio entre estos dos extremos: que en esto está el punto de la discreción". (Miguel de Cervantes).

- "Cuando la rigidez se convierte en un fin en sí mismo y cuando una idea se convierte en ideología, entonces es peligrosa para todo el mundo que no comulgue con ella". (Michael Haneke).

- "Si se considera como absoluto un principio o un ideal, ya sea político o religioso, se vuelve inhumano y conduce al terrorismo". (Michael Haneke).

- "Si estás humillado y débil, te aferras a una ideología, luego surge un enemigo, y ya puedes liberarte". (Michael Haneke).

- "Crecí en un universo judeo-cristiano donde la culpabilidad está presente permanentemente. No es necesario ser malo para convertirse en culpable". (Michael Haneke).

- "Cuando hay una ideología que se sigue a ciegas, no se tiene mala conciencia". (Michael Haneke).

- "El fin más importante de la educación es ayudar a los estudiantes a no depender de la educación formal". (Paul Gray).

- "Obedeced más a los que enseñan que a los que mandan". (San Agustín).

- "Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas". (Heisenberg).

- "Sí, soy pesimista, pero yo no tengo la culpa de que la realidad sea la que es". (José Saramago).

Besos y abrazos,

Don.
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