martes, 15 de agosto de 2023

Endiosado matutino

¡Buenos días!

Divinamente, en el séptimo cielo me encuentro cada vez que vengo a encontrarme con otro de mis matutinos, siempre como caídos del cielo, nada diabólicamente, desde luego, si acaso endiosadamente, pues me tienen embelesado; no como la lluvia en estos días de tórrido verano, a la que no se le ha visto el plumero desde hace muchas, muchas semanas... solo de pensarlo se me seca la boca en esta soleada jornada estival en la que se espera una máxima por los madriles de en torno a 36ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Godland" ("Vanskabte land", "Volaða land", 2022), de Hlynur Palmason, y con Elliott Crosset Hove, Ingvar Eggert Sigurdsson, Vic Carmen Sonne, Jacob Lohmann, Waage Sandø, Hilmar Guðjónsson, e Ída Mekkín Hlynsdóttir. Tercer largo de este director islandés, de quien había visto su anterior, "Un blanco, blanco día" ("Hvítur, hvítur dagur", 2019).

A finales del siglo XIX un joven pastor luterano danés, severo, engreído y con muchas ínfulas, es enviado a la remota e inhóspita Islandia, por entonces territorio de la corona danesa, con la misión de construir una iglesia, a la par que va fotografiando a sus gentes y paisajes con su pesada cámara, todo un armatoste. No entiende el idioma y le cuesta entenderse con los lugareños, a los que mira y le miran con recelo, salvo con la ayuda de un traductor que fallece a mitad del durísimo camino hasta la otra punta de la isla, lo que le aísla todavía más.

Película que no logró hacerme uno de sus prosélitos (nota: 4) con su parsimonioso transcurrir en su larguíiisimo metraje, del que apenas pude sacar nada, sin apenas relato, una mera colección de estampas fotográficas, en formato cuadrado en su inmensa mayoría, espléndidas y hermosas, eso sí, de la impresionante belleza natural islandesa, de la que conozco una mínima fracción cual tópico turista, que remarcan la ínfima pequeñez del hombre frente a la inmensa y todopoderosa naturaleza, tanto que ni Dios puede mitigarla, y que puede abocar a la locura. Además, de refilón, parece hablarnos de fe, religión, opresión y xenofobia. Un par de escenas llamaron mi algo adormilada atención, entre ellas, la de la tremenda confesión del guía nativo de la expedición al cura bajo el altar del cielo. En cierto modo, y lejanamente, me recordó a "Silencio" ("Silence", 2016) de Martin Scorsese, excelente película ésta, sin embargo.

Ahora, para tratar de evitar venirnos demasiado arriba, nada como un poquito de sabiduría ajena, en la que sabéis tengo bastante fe, con estas citas que humildemente os dejo ahí:

 - "Cuestiona todo, aprende algo, pero no esperes ninguna respuesta".  (Eurípides).

 - "Al sostener que existen los dioses, ¿no será que nos engañamos con mentiras y sueños irreales, siendo que sólo el azar y el cambio mismo controlan el mundo?".  (Eurípides).

 - "A decir verdad Dios no parece necesitar razones para hacer lo que hace y para omitir lo que omite, al igual que sus criaturas".  (Samuel Beckett).

 - "¡Ay de las gentes religiosas que no conocen más mundo que aquel en el que viven y no tienen nada que aprender de las personas con las que hablan!".  (Anthony de Mello).

Besos y abrazos,

Don.

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