martes, 26 de octubre de 2021

Matutino columnista

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que os despacho otro artículo matutino, no sé si de gran tirada, de los hechos acaecidos en la confusión de mis neuronas tras haber visto una película, lo más normal, u obra de teatro, serie de televisión, etc. Intento reflexionar sobre ello, esmerarme en lo que escribo y en como lo escribo, que no sé si siempre lo consigo, vosotros diréis. Por lo demás, os informo de que hoy tendremos otro agradable día de otoño, soleado, fresco cuando no hay sol, y con 20ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La crónica francesa" ("The French Dispatch", 2021), de Wes Anderson, y con Benicio del Toro, Frances McDormand, Jeffrey Wright, Adrien Brody, Tilda Swinton, Timothée Chalamet, Léa Seydoux, Owen Wilson, Mathieu Amalric, Lyna Khoudri, Steve Park, Bill Murray... y muchos otros ilustres más, que es una película muy, muy coral. Décimo largo de este director, de quien había visto cinco de sus nueve anteriores: "Isla de perros" ("Isle of dogs", 2018), "El Gran Hotel Budapest" ("The Grand Budapest Hotel", 2014), "Moonrise kingdom" (2012), "Viaje a Darjeeling" ("The Darjeeling Limited", 2007), y "Life aquatic" ("The life aquatic with Steve Zissou", 2004), siempre con su muy estrambótica mirada que retrata la realidad como excéntricos universos de cuento. Salvo la de 2012, que me encantó, el resto que vi de su filmografía no me han dicho gran cosa.

Segunda mitad del siglo XX. Se nos relatan cuatro historias publicadas en el último número de "The French Dispatch", la revista semanal de un periódico norteamericano de Kansas, con colaboradores de prestigio literario, especializada en temas socioculturales, y abocada al cierre tras la reciente muerte de su propietario y fundador, cuya redacción se encuentra en una ficticia ciudad francesa, desde donde se narran sucesos del lugar a los estadounidenses.

Cansina película (nota: 3), con mucho aparato visual, demasiado abigarrado y a ratos desnortado, casi que presuntuoso, aunque por otro lado muy bien formalmente, pero cuyas disparatadas historias, dislocadas, alocadas, y casi que colocadas (no sé si se fumó algo su creador), apenas nada me dijeron, bastante vacías de contenido, salvo efímeros momentos dispersos en los que la narración no se me dispersaba. Lo que no puede negársele a su director es su originalidad y propia marca de estilo... aunque por ejemplo, tanto el cartel como algunas escenas de la película, me recordaron a las míticas viñetas cómicas de tebeo de nuestra "13, Rue del Percebe" de Francisco Ibáñez, que comenzaron en los 60 de la década pasada, más o menos cuando parece está ambientada la película hoy glosada.

Y ahora, ahí os dejo, no precisamente cual noticias de última hora, unas citas de sabiduría ajena, por si queréis reflexionar sobre ellas:

 - "El problema es que la televisión amalgame y convierta en papilla informe la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión".  (Jean Renoir).

 - "No hay temas grandes y temas pequeños. Son los hombres los que son pequeños, grandes, sublimes o triviales. La misma historia del estudiante pobre que asesina a una usurera puede ser una mera crónica policial o «Crimen y castigo»".  (Ernesto Sábato).

Besos y abrazos,

Don.

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