viernes, 20 de agosto de 2021

Insanas habladurías matutinas

¡Buenos días!

Veo con salud de hierro a estos matutinos, fuertes como robles, inmunes a perniciosos chismorreos que cual virulentos microorganismos pueden llegar a dañar, y muchas veces lo consiguen, tanto lo que tocan como todo lo que le rodea. Finalizo aquí mi somero parte médico y paso al meteorológico, a saber, sin novedad en las constantes vitales de este verano, hoy con otro soleadísimo día, sin fiebre, es decir, no excesivamente caluroso, pues la máxima prevista por los madriles será de 34ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El médico de Budapest" ("Zárójelentés", 2020), de István Szabó, y con Klaus Maria Brandauer, Károly Eperjes, András Stohl, Éva Kerekes, Dorottya Udvaros, Ági Szirtes, y Mari Csomós. De este veteranísimo director húngaro había visto uno de sus anteriores largos, "Conociendo a Julia" ("Being Julia", 2004).

Las autoridades decretan el cierre de un hospital de Budapest, junto con otros más del país, y sus empleados más jóvenes son recolocados en otros hospitales, y los más veteranos son prejubilados. Uno de estos, un prestigioso cardiólogo, desamparado si no puede atender pacientes, le dice a su esposa, cantante de ópera, que se vuelve a su pueblo natal a ejercer de médico de familia en la misma consulta que su padre lo hizo años atrás, y se instala en casa de su quisquillosa madre. Se reencuentra con viejos amigos, se gana el respeto de sus nuevos pacientes, pero pronto entra en conflicto con el autoritario alcalde, quien empieza a difundir falsedades y medias verdades para desprestigiarle y que se tenga que ir. Pero más que a él, a quien de verdad harán daño estos bulos será a las personas con las que tiene trato más cercano.

Una película interesante (nota: 5), que empezó por no gustarme gran cosa por sus maneras, no sé si deshilachadas por descuido o adrede, ni por su convencional desarrollo, pero que hacia el final acabó por gustarme algo más, sobre todo por su crítica social, que a través del microcosmos del chismoso y cerril pueblo, se critica certeramente a todo un país, de ineficiente y deficiente sistema sanitario, y con corrupción generalizada, tanto en la sociedad como sobre todo en la política, aunque esta no es más que un reflejo de aquella.

Ahora, como antes de ayer, os vuelvo a recetar unas pildoritas de sabiduría ajena:

 - "La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano".  (Aldous Huxley).

 - "La verdad se difunde a paso de tortuga, el rumor se esparce con la velocidad de una liebre".  (Anónimo).

 - "Sería necesario imponer esta regla: no repetir jamás una afirmación malévola sin verificar su contenido. Aunque es cierto que así nunca se hablaría de nada".  (André Maurois).

Besos y abrazos,

Don.

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