martes, 5 de enero de 2021

Tiempo matutino para estar perdidamente enamorado

¡Buenos días!

Todo el tiempo, sea un efímero instante, una hora, un día, un año, una eternidad, que paso en estos lares matutinos, locamente enamorado de ellos, lo hago encerrado (sin rejas) el tiempo que estime necesario estar por aquí hasta recuperarme de mis asilvestrados arrebatos... y salgo como la seda, china o de cualquier otro lugar, tan sedosa siempre, respirando calma, tocándola con sutileza. Y es tiempo de hacer frío, mucho, mucho frío, no sé si salvaje, con heladoras madrugadas (-4ºC la de hoy) y máxima prevista de 5ºC, con insensible sol que poco parece calentar... y más frío que hará, y nevadas que podrían caer, en próximos días... ¡Todo un regalo de los Reyes Magos!, que bien podría ser de carbón para calentarnos mejor... Amor al calor de la lumbre.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Días salvajes (Days of being wild)" ("Ah fei zing zyun", 1990), de Wong Kar Wai, y con Leslie Cheung, Andy Lau, Maggie Cheung, Carina Lau, y Jacky Cheung. De este magistral director de cine me faltaban por ver sus tres primeros largos, y este que hoy os gloso es su segundo por orden cronológico, que se une a los otros suyos que ya había visto, a saber, "The Grandmaster" ("Yi dai zhong shi", 2013), "My blueberry nights" (2007), "2046" (2004), "Deseando amar (In the mood for love)" ("Fa yeung nin wa" 2000), esa magistral y sublime maravilla que he visto tres veces (en diciembre de 2020, y en enero de 2005 y febrero de 2001), "Happy together" ("Chun gwong cha sit", 1997), "Fallen angels" ("Duo luo tian shi", 1995), y "Chungking express" ("Chung Hing sam lam", 1994).

En el Hong Kong de los años 60 un joven sin oficio ni beneficio, atractivo y seductor, incapaz de comprometerse sentimentalmente, va encadenando un romance tras otro, dejando a las respectivas jóvenes que va abandonando sumidas en la tristeza y desesperación, enganchadas a él e incapaces de amar a otros que las pretenden. Mientras deja a su última novia e inicia relación con la siguiente se entera de que es adoptado, negándose su madre adoptiva a decirle la identidad y el paradero de su madre biológica. Cuando tras mucho insistir se lo acaba confesando, deja todo, incluida su más reciente novia, y se embarca a su encuentro.

Buena película (nota: 6), con todas las señas de identidad del cine de este excelso autor, sus preciosas imágenes y música punteada de algún bolero que otro (podrían también haber sido tangos), que realzan las historias de amor triste que nos cuenta, aunque no me gustó tanto como la gran mayoría de las otras suyas que ya había visto, espléndidas y maravillosas todas, salvo "Fallen angels", que no me gustó gran cosa y me decepcionó.

Llega el momento de la sabiduría ajena, faro que me indica la salida de estos matutinos, antes de que me pierda entre ellos:

 - "El que no se siente de verdad perdido se pierde inexorablemente; es decir, no se encuentra jamás, no topa nunca con la propia realidad".  (José Ortega y Gasset).

 - "¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido...?".  (José de Espronceda).

 - "Es mejor haber amado y perdido, que jamás haber amado".  (Alfred Tennyson).

Besos y abrazos,

Don.

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