miércoles, 18 de junio de 2014

Un matutino que vio letras

¡Buenos días!

Uno como todos los demás, en el que además las trato de plasmar de modo más o menos ordenado sobre este folio virtual, especie de catarsis para las más variadas cuitas que pudieran acaecerme, y que luego se difunde con desigual éxito por entre los bits informáticos. Sin embargo, salvo que las proyecte desde mi imaginación, no veo letras en el raso azul celeste, ni por supuesto el más leve rastro de nubes que me las recuerden, por pequeñas que pudieran ser, como esas florecillas de los jardines que todavía perduran desde mayo, iluminadas por un sol sin tapujos, a las claras.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Violette", de Martin Provost, y con Emmanuelle Devos y Sandrine Kiberlain. Es el sexto largo de este director, de quien había visto anteriormente su cuarto, "Séraphine" (2008).

Violette Leduc, hija bastarda y pobre de un rico francés y una sirvienta, que no se sintió querida por su madre soltera, se encuentra al final de la II Guerra Mundial sobreviviendo gracias al estraperlo y conviviendo con un escritor homosexual para que éste guarde las apariencias, quien un día desaparece. Por azar lee un libro de Simone de Beauvoir, queda impresionada, y la busca para entregarle un manuscrito que escribió gracias al aliento del escritor. A Simone le gusta lo que escribe y como lo escribe, y la ayuda para que se lo publiquen. Violette no tiene éxito, pero se enamora de la famosa Simone de Beauvoir (amor no correspondido), la idolatra y persigue. Ella la esquiva con elegancia pero la ayuda en la sombra, siendo su mentora y mecenas, y dándole consejos, para que siguiera su carrera de escritora, pues creía en su gran valía literaria.

Una estupenda película que me encantó, aunque al principio me costó, que era algo difícil de ver. Es un biopic algo particular, pues más bien se centra en los miedos e inseguridades de la protagonista, que se siente fea y desdichada, y en la peculiar relación que mantuvieron ambas escritoras, coetáneas y contemporáneas. Violette fue toda una pionera, pues fue la primera en abordar abiertamente temas como la bisexualidad o el aborto, de un modo considerado (por los hombres) demasiado atrevido para una mujer (de la época), lo que provocó que algunos editores censuraran partes de algunas de sus obras. En su vida sufrió penalidades económicas, búsqueda sin éxito del amor, soledad, problemas mentales, rechazo (real e imaginado), lo que la llevó a ser muy insegura y acomplejada, hasta que unos veinte años después de su primera novela conoció el éxito (literario y vital). En definitiva, la creación literaria como buena catarsis de nuestro torturado mundo interior.

Ahora algo de sabiduría ajena, casi toda centrada en Simone de Beauvoir, filósofa además de novelista, y en consonancia con la vida y pensamientos de la protagonista del film glosado hoy:

 - "La belleza de una flor depende de sus raíces".  (refrán).

 - "Escribir es un oficio que se aprende escribiendo".  (Simone de Beauvoir).

 - "Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separaba del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad concreta".  (Simone de Beauvoir).

 - "El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres".  (Simone de Beauvoir).

 - "En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad: lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación".  (Simone de Beauvoir).

 - "La palabra 'amor' no tiene el mismo significado para los dos sexos. Y ésta es la causa de los grandes malentendidos que los dividen".  (Simone de Beauvoir).

 - "Las personas felices no tienen historia".  (Simone de Beauvoir).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: