¡Buenos días!
Tras las lluvias y tormentas
de ayer, con cielo muy gris, hoy vuelve a lucir el sol, y estos matutinos y
todo su mundo relucen en consonancia con el ritmo de la vida. Hoy suben algo
las temperaturas, con máxima prevista de 27ºC. Así da gusto transitar por el
verano. Pero por muy lejos que parezca estar todavía, a más de mil millas, la
clásica torridez veraniega llegará, se quedará con nosotros algunos días o
semanas, y nos dejará rendidos a sofocos.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Amanece en Edimburgo"
("Sunshine on Leith"), de Dexter Fletcher, y con George MacKay, Kevin
Guthrie, Freya Mavor, Antonia Thomas, Peter Mullan, y Jane Horrocks. Es el
segundo largo de este director, y primero suyo que veo, adaptación de un
musical teatral basado en canciones de The Proclaimers, el famoso grupo escocés
de los gemelos Reid, que triunfó a finales de los 80 y principios de los 90. El
título original en inglés, tanto del musical teatral como del cinematográfico,
lo es también de uno de los álbumes del grupo, y que contiene su mayor éxito:
"I'm gonna be (500 miles)".
Dos amigos desde la infancia
regresan a sus vidas cotidianas en Edimburgo (barrio de Leith, que significa
luz) tras haber cumplido el servicio militar en la guerra de Afganistán. Uno
continúa el noviazgo con su chica, hermana del otro, quien conoce a la
compañera de ésta, e inician una relación. Mientras tanto, los padres de los
hermanos andan ocupados planeando los festejos de sus bodas de plata. Todo va
bien hasta que diversos incidentes, presentes y del pasado, amenacen la
estabilidad de las tres parejas.
Una buena película en
general esta comedia romántica musical (con sus melodramas incrustados), y de
temas cantados por los propios actores. Espléndida fotografía (cuajada de
postales de Edimburgo) y estupendas canciones. Sin embargo, la historia que las
hila, salvo algunos buenos momentos, fue bastante tópica y normalita, e incluso
rayana a veces en la cursilería. A destacar la canción del final, la más
famosa, todo un canto a la alegría de vivir (en pareja), y alguna otra por en
medio, pero muy especialmente la primera, espectacular arranque del film que me
puso la carne de gallina por la emoción.
Ahora, algo de sabiduría
ajena que nos ilumine en nuestras nimias o grandes penas y alegrías, comenzando
por unos versos (traducidos) de la más famosa canción de The Proclaimers, y que
es el colofón cantado del film:
- "Cuando despierto, sé bien que voy a
ser,
que voy a ser el hombre que
despierta junto a ti.
Cuando salgo, sí sé que voy
a ser,
que voy a ser el hombre que
te acompañará.
[...]
Cuando llego a casa, ¡oh! sé
que voy a ser,
que voy a ser el hombre que
regresa a casa por ti.
[...]
Pero yo caminaría 500 millas
y caminaría 500 más
sólo para ser ese hombre que
camina mil millas
hasta caer rendido frente a
tu puerta". (Craig & Charlie
Reid, The Proclaimers).
- "Donde hay luz también existe la
sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?". (Heinrich Lübke).
- "Todo el placer de los días está en sus
amaneceres". (François de Malherbe).
- "En cada amanecer hay un vivo poema de
esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá". (Noel Clarasó).
Besos y abrazos,
Don.
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