miércoles, 25 de junio de 2014

Matutino requeteluminoso

¡Buenos días!

Tras las lluvias y tormentas de ayer, con cielo muy gris, hoy vuelve a lucir el sol, y estos matutinos y todo su mundo relucen en consonancia con el ritmo de la vida. Hoy suben algo las temperaturas, con máxima prevista de 27ºC. Así da gusto transitar por el verano. Pero por muy lejos que parezca estar todavía, a más de mil millas, la clásica torridez veraniega llegará, se quedará con nosotros algunos días o semanas, y nos dejará rendidos a sofocos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Amanece en Edimburgo" ("Sunshine on Leith"), de Dexter Fletcher, y con George MacKay, Kevin Guthrie, Freya Mavor, Antonia Thomas, Peter Mullan, y Jane Horrocks. Es el segundo largo de este director, y primero suyo que veo, adaptación de un musical teatral basado en canciones de The Proclaimers, el famoso grupo escocés de los gemelos Reid, que triunfó a finales de los 80 y principios de los 90. El título original en inglés, tanto del musical teatral como del cinematográfico, lo es también de uno de los álbumes del grupo, y que contiene su mayor éxito: "I'm gonna be (500 miles)".

Dos amigos desde la infancia regresan a sus vidas cotidianas en Edimburgo (barrio de Leith, que significa luz) tras haber cumplido el servicio militar en la guerra de Afganistán. Uno continúa el noviazgo con su chica, hermana del otro, quien conoce a la compañera de ésta, e inician una relación. Mientras tanto, los padres de los hermanos andan ocupados planeando los festejos de sus bodas de plata. Todo va bien hasta que diversos incidentes, presentes y del pasado, amenacen la estabilidad de las tres parejas.

Una buena película en general esta comedia romántica musical (con sus melodramas incrustados), y de temas cantados por los propios actores. Espléndida fotografía (cuajada de postales de Edimburgo) y estupendas canciones. Sin embargo, la historia que las hila, salvo algunos buenos momentos, fue bastante tópica y normalita, e incluso rayana a veces en la cursilería. A destacar la canción del final, la más famosa, todo un canto a la alegría de vivir (en pareja), y alguna otra por en medio, pero muy especialmente la primera, espectacular arranque del film que me puso la carne de gallina por la emoción.

Ahora, algo de sabiduría ajena que nos ilumine en nuestras nimias o grandes penas y alegrías, comenzando por unos versos (traducidos) de la más famosa canción de The Proclaimers, y que es el colofón cantado del film:

 - "Cuando despierto, sé bien que voy a ser,
que voy a ser el hombre que despierta junto a ti.
Cuando salgo, sí sé que voy a ser,
que voy a ser el hombre que te acompañará.
[...]
Cuando llego a casa, ¡oh! sé que voy a ser,
que voy a ser el hombre que regresa a casa por ti.
[...]
Pero yo caminaría 500 millas
y caminaría 500 más
sólo para ser ese hombre que camina mil millas
hasta caer rendido frente a tu puerta".  (Craig & Charlie Reid, The Proclaimers).

 - "Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?".  (Heinrich Lübke).

 - "Todo el placer de los días está en sus amaneceres".  (François de Malherbe).

 - "En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá".  (Noel Clarasó).

Besos y abrazos,

Don.
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