¡Buenos días!
Pues sí, que cumplen a la
perfección su cometido de cuidar de mí cada mañana, así que los adoro con
veneración, tratando de corresponderles. Y la primavera, a pocos días de
fundirse en un amoroso abrazo con el verano, cuando llegue el solsticio, ya le
hace cariñitos, pues subirán hoy las máximas en "los madriles" hasta
casi los 30ºC, cuando hace pocos días apenas pasaban de los 20ºC.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "Dos madres perfectas"
("Adore"), de Anne Fontaine, y con Naomi Watts, y Robin Wright,
guapísimas ambas. Está basada esta película en una novela de Doris Lessing (en
realidad en el primer relato de los cuatro que la componen), "Las
abuelas" ("The grandmothers: Four short novels", 2003). De esta
directora anteriormente había visto otro de sus films, "Cocó, de la rebeldía a la leyenda de Chanel" ("Coco avant Chanel", 2009).
Dos mujeres, amigas íntimas
desde la infancia, siempre juntas, tienen cada una un hijo, también amigos
desde siempre, y ahora, cuando ellas tienen mediada la cuarentena y ellos son
apuestos donceles, se enamoran cada uno de la madre del otro, y mutua
correspondencia. Sus matrimonios, por diversos motivos, están rotos y no se
niegan a disfrutar del placer de volver a ser queridas, pasando por encima de
convencionalismos sociales. Su amistad será puesta a prueba, pero no mermará un
ápice, y cuando realmente la cosa se complicará será cuando, años después, las
bodas de sus hijos vayan a tener lugar.
Una buena película, de
bonita fotografía y espléndida banda sonora, cuya turbulenta historia de
partida, quizá algo escabrosa, para algunos, pero no más, ni menos, que la
homosexualidad, o los amores de maduritos y jovencitas, u otros temas
similares, no relata un incesto (biológico), aunque pudiera parecerlo, pues se
le acerca (por los afectos cruzados casi desde la cuna). Se nos muestra la
fortaleza de las madres (ya abuelas) en cuanto a las decisiones que toman en
sus vidas, a la contra (y a favor) de convencionalismos sociales, con el
contrapunto de la fragilidad de sus hijos, zarandeados por los acontecimientos
que se les vienen encima y que no saben manejar. Al final, ni el más leve
atisbo de moralina. Amén, que cada cual vive su vida como quiere, si es que no
le coartan o se autocoarta.
Ahora, como siempre, la
sección de sabiduría ajena, que sé que os encanta, y perfecto colofón a estos
matutinos:
- "La madre es nuestra providencia sobre
la tierra en los primeros años de vida, nuestro apoyo más firme en los años
siguientes de la niñez, nuestra amiga más tierna y más leal en los años
borrascosos de la juventud".
(Severo Catalina).
- "Jamás en la vida encontraréis ternura
mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra
madre". (Honoré de Balzac).
- "A los dieciocho años se adora; a los
veinte, se ama; a los treinta, se desea; a los cuarenta, se
reflexiona". (Charles Paul de
Kock).
- "No es perfecta la vida que no se ha
vivido con sentimiento durante la juventud, con lucha en la madurez y con
reflexión en la vejez". (Wilfrid S.
Blunt).
- "Es más fácil encontrar un amor
apasionado que una amistad perfecta".
(Jean de la Bruyère).
- "El amor es el deseo irresistible de
ser irresistiblemente deseado".
(Robert Lee Frost).
Besos y abrazos,
Don.
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