¡Buenos días!
Estos matutinos que siempre
miran adelante, aunque a veces, no muchas, echen la vista atrás, tratan de
mostrar con franqueza su visión de lo que nos rodea. Como siempre hace el
clima, ir adelante, aunque a veces parezca que tras un período nos deja en el
mismo sitio, en su rutinario ciclo de vaivenes. Ahora encaramos el solsticio,
cuyo umbral traspasaremos durante el próximo sábado, puerta de salida de la
primavera, y de entrada del verano, con unas agradables temperaturas (máxima
prevista para hoy de 28ºC) que irán poco a poco a más conforme nos acerquemos a
él.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Las dos caras de enero"
("The two faces of January"), de Hossein Amini, y con Viggo
Mortensen, Kirsten Dunst, y Óscar Isaac. Es el primer largo de este director,
que está basado en la novela homónima de Patricia Highsmith.
Durante el verano de 1962,
una glamurosa y adinerada pareja norteamericana se encuentra en Atenas, una de
las ciudades que están conociendo durante sus vacaciones por Europa. Durante
una visita a la Acrópolis conocen a un joven estadounidense que habla griego y
trabaja allí como guía turístico, a la par que aprovecha para timar a turistas
ricas. Atraído por la belleza de ella e impresionado por la sofisticación de él
(y por su dinero), acepta ser su guía, y sacarlos de la ciudad cuando se vean
envueltos en un turbio asunto (el pasado que vuelve y que amenaza su futuro).
Una buena película este
thriller de aires clásicos, una historia con bastante suspense donde los tres
personajes de este peculiar triángulo amoroso, de oscuro pasado, llenos de
defectos, mentirosos, son zarandeados por los designios del azar (o divinos,
según se quiera), de los que parecen no poder zafarse aunque luchen para ello.
Por esto, también tiene maneras de tragedia griega clásica. Nota erudita: enero
(janeiro, january, janvier, según otros idiomas) es el mes dedicado al dios
romano Jano, el dios de las puertas, que tenía dos caras mirando en direcciones
opuestas, a la entrada y a la salida, al principio y al fin, al pasado y al
futuro.
Ahora (o después de lo
anterior) algo de sabiduría ajena para apreciar todas las diversas facetas de lo
que nos rodea:
- "En las mañanas de enero, ni se dan los
buenos días ni se quitan los sombreros".
(refrán).
- "En agosto y en enero no tomes el sol
sin sombrero". (refrán).
- "Cara de dos haces, es de hombres
falaces". (refrán).
- "Hombre de dos caras, arredro
vaya". (refrán).
Besos y abrazos,
Don.
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