miércoles, 7 de mayo de 2014

Matutino en un santiamén, así sea

¡Buenos días!

Espero que en un periquete haya terminado de escribirlo, que con el calor repentino que ha empezado a hacer desde ayer (máximas coqueteando con los 30ºC), estoy tan aplatanado que no quiero quedarme renegrido de la tinta virtual que salpica mi tecleado apresurado antes de que se desvanezca mi propia apariencia.

Ayer estuve en el cine viendo "Carmina y amén", de Paco León, y con Carmina Barrios y María León. Segundo largo de este director (también actor y guionista) con el que cierra el díptico dedicado a su madre y que comenzó con "Carmina o revienta" (2012).

El marido de Carmina ha muerto repentinamente, pero junto con su hija decide no dar parte inmediato de su muerte dado que en dos días cobra la pensión de su marido, que incluye la paga extra de navidad, dinero con el que ya contaba y necesitaba para sus apaños cotidianos. Esconden el cadáver en casa y disimulan su duelo ante el vecindario de un humilde bloque de casas, vecinas (y familiares) que no paran de entrar y salir de su casa por uno u otro motivo y con las que va teniendo charlas de lo más pintorescas y variopintas.

Una buena película esta especie de tragicomedia de humor negro, con algunos momentos muy divertidos e hilarantes, con sus toques de peli de terror incluso, muy a su manera, del director, y de su madre, protagonista absoluta, como en la primera, aunque ahora se ha perdido buena parte del documental ficcionado y ha evolucionado más hacia la ficción. De todas formas, entre bromas y veras, como quien no quiere la cosa, de soslayo, se dejan caer unas cuantas cargas de crítica socio-política. Me gustó algo más que la primera.

Ahora, amén de alguna sentencia de sabiduría popular que ya contiene el film, ahí os dejo un par de citas de sabiduría ajena:

 - "Con tanto decir amén, no sale la misa bien".  (refrán).

 - "Todo cuanto pudieras hacer, expresar o sentir, procura hacerlo sin perder el tiempo, puesto que ni obra, ni pensamiento, ni sabiduría, ni ciencia, serán posibles en el sepulcro, hacia el cual te encaminarás corriendo".  (La Biblia. Eclesiastés).

Amén. Besos y abrazos,

Don.
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