¡Buenos días!
En breves días, la desprendida primavera cambiará sus roles con el fecundo verano, sin tapujos, sin remordimientos, como cada año. Y generosos dones también recibo de estos matutinos, en abundancia y con frecuencia, y jamás me harto de ellos; matutinos que me acogen en su regazo cada mañana que vuelvo a ellos, sin reproche alguno de mis correrías vespertinas. Y viceversa.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Four lovers" ("Happy few"), de Antony Cordier, y con Marina Foïs, Elodie Bouchez, Roschdy Zem, y Nicholas Duvauchelle. Es el segundo largo de este director, y primero suyo que veo. Antes que nada, una asombrada reprimenda a los distribuidores cinematográficos españoles (quizá a algunos solo): el caso es que, de cuando en cuando, me sorprenden con alguna estrambóticamente libérrima traducción del título original del film, pero esta vez ya me noquearon del todo, pues con este film francófono de título original en inglés, se me desmarcan con otro ¿"traducido"? en inglés, que nada tiene que ver con el anterior ... !!!??? ...
Una mujer conoce en su trabajo a otro hombre. Ambos están en la treintena avanzada, son felices, casados y con hijos. Se caen muy bien y deciden organizar una cena con sus respectivos cónyuges. Congenian al instante, y se hacen íntimos amigos, con una intimidad que rápidamente deviene en lo políticamente incorrecto (según ciertos puntos de vista), en amor libre. Se enamoran los cuatro. Deciden seguir viviendo sus cotidianas vidas maritales a la par que, cuando se ponen de acuerdo, se entregan generosamente, intercambiándose las parejas sexuales, de mutuo acuerdo, sin reglas, hablando sin tapujos y sin que su estabilidad emocional se resienta. Sin embargo, con el paso del tiempo todo es más confuso y contradictorio, empiezan a sufrir y piensan en cortar por lo sano ... pero no es tan fácil, que ya se establecieron fuertes vínculos emocionales entre todos.
Una muy buena película, con unas cuantas escenas de alto contenido erótico; una historia sobre las vicisitudes de dos matrimonios que acaban por fundirse en uno de cuatro elementos, análogamente al caso del matrimonio convencional, en el que dos individuos enamorados se funden en uno, y a veces se confunden, que viene casi a ser lo mismo, pues pasan por las mismas fases. Por eso de las dobles parejas cruzadas y la descarnada sinceridad con la que se hablan, me recordó mucho a una excelentísima película del año 2004, que os recomiendo, "Closer", de Mike Nichols.
Ahora, sin mucha prodigalidad, generosamente os regalo unas pocas citas de sabiduría ajena:
- "La inevitable consecuencia del enamoramiento profundo es darse cuenta de que nadie ha descrito, de forma adecuada, el tormento y el éxtasis que supone esta condición". (Francisco de Quevedo).
- "La cadena del matrimonio pesa tanto que es preciso sean dos para llevarla, y, a veces, tres". (Alejandro Dumas, hijo).
- "El amor, tal como existe en la sociedad, no es más que el intercambio de dos fantasías y el contacto de dos epidermis". (Chamfort).
Besos y abrazos,
Don.
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