jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Purgatorio matutino?

¡Buenos días!

En este paraíso matutino estamos absueltos de cualquier pena que pudiera acaecernos, por lo que nada hay que purgar, porque a su contacto la bondad, la alegría y el bienestar brotan al instante, sobre todo ayudados por las lluvias otoñales. Bueno, si acaso, antes de lanzar los matutinos al mundo cibernético trato de purgarlos, en varios rápidos repasos, de las erratas que pudieran contener. Sin embargo, en estos últimos días este clima otoñal no purga sus tristezas con llantinas nubosas, como así sucede hoy en esta soleada, plácida y agradabilísima mañana que nos infunde una tremenda alegría de vivir el aquí y el ahora.

El pasado fin de semana estuve en el teatro viendo una espléndida obra que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "Purgatorio", de Ariel Dorfman, dirigida por Josep María Mestres, y con Viggo Mortensen y Carme Elías. De este autor argentino, Ariel Dorfman, se llevó al cine una de sus obras, en 1994, "La muerte y la doncella" ("Death and the maiden"), de Roman Polanski, y con Sigourney Weaver y Ben Kingsley; film que no he visto.

Un hombre y una mujer que se hicieron mutuo daño en el pasado, un terrible daño, después de morir se encuentran encerrados en sendas habitaciones del purgatorio con sendos terapeutas que les van encauzando por el largo proceso de la purga y posible redención, ayudándoles a revisitar su pasado y a que asuman sus culpas y traten de pedir perdón al otro. Ellos no lo saben, pero su terapeuta es quien más daño les hizo y a quien más daño hicieron.

Brillante y potente obra que me entusiasmó, que se me pasó en un suspiro y me supo a poco, y que nos habla de víctimas y verdugos, de venganzas, perdón y arrepentimiento, de que hablar y tratar de ponerse en el lugar del otro para intentar entender sus más hondas razones y motivaciones ayuda a perdonar, aunque no siempre sea posible para algunos. Pero no podrán salir de allí y liberarse de esa cárcel del alma, si antes no se perdonan, incondicional, sincera y mutuamente.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que seguro ayuda a airear y limpiar de telarañas sinápticas nuestras mentes:

 - "Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón".  (Jorge Luis Borges).

 - "Nadie sabe porqué es necesario recordar nada, que beneficios nos trae o que posibles castigos, ni de que manera puede cambiar lo vivido cuando lo recordamos".  (Juan Gabriel Vásquez).

 - "Siempre me he preguntado: una vez que tienes la confesión, una vez que tienes el culpable, una vez que alguien te ha hecho un daño terrible, ¿qué haces con esa persona? Mi respuesta era siempre: yo no buscaría castigar, sino poner a esa persona frente a frente con su víctima. Yo me imagino casi una eternidad de enfrentamiento para que esa persona entendiera aquello que había hecho. No me interesa que el ciclo continúe, porque lo importante es cómo superamos ese ciclo de odio y de rivalidad".  (Ariel Dorfman).

 - "La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón".  (Juan Pablo II).

 - "No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón".  (Juan Pablo II).

 - "El arrepentimiento es un conato de la naturaleza por quitar de nuestra alma los principios de su corrupción".  (Joseph Joubert).

 - "La única salvación de la especie consiste en tolerar nuestras diferencias étnicas y religiosas y culturales".  (Ariel Dorfman).

Besos y abrazos,

Don.
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