lunes, 7 de noviembre de 2011

Cónclaves matutinos y otras fumatas

¡Buenos días!

En esta nubosa mañanita de otoño en la que parece que algún "fumao" dejó flotando por el cielo los restos de su fumata alucinógena, estamos reunidos los matutinos, mis hadas y ninfas, y yo mismo, para elegir de entre nosotros a nuestro líder espiritual, y no acabamos de decidirnos, así que esperaremos a que el sol salga en próximos días y nos ilumine brillantemente el camino, sea el que sea, de entre los muchos que podamos elegir para disfrutar de lo que nos rodea y salir a tomar el necesario oxígeno que nos ponga en contacto con la cotidiana naturaleza.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Habemus Papam", de Nanni Moretti, y con Michel Piccoli y el propio director (también guionista). Es el primer film como director suyo que veo (¡increíble!), así que tengo pendiente ver algunos, al menos los más afamados. Sin embargo, hace pocos años, en 2008, sí que vi un film en el que sólo estaba de actor y guionista, la espléndida "Caos calmo".

El Papa ha fallecido. Los cardenales se reunen en cónclave en Roma para elegir entre ellos a su sucesor. Terminan por elegir, tras repetidas votaciones, a uno que no contaba para nadie. Fumata blanca. Justo en el momento en que va a aparecer en el balcón del Vaticano para saludar a los fieles por primera vez, sufre un ataque de ansiedad, entra en pánico, y dice que no quiere ser Papa, que no se siente preparado para dirigir e iluminar a más de mil millones de almas, no puede soportar las responsabilidades de su nuevo cargo. Sus asesores deciden entonces, dada su tozudez en no querer ser Papa, disimular con apariencias de cara a la galería, y contratar al más afamado psicoanalista de Italia ... que es divorciado y ateo ... para tratar de curarle.

Una muy buena película en general, pero con sus más y sus menos. Una tragicomedia de amable crítica a la iglesia, aunque con atinadas cargas de profundidad, y al psicoanálisis. Se critica el anquilosamiento de la institución eclesial, incapaz de adaptarse a los cambios sociales, y que trata de sobrevivir a base de teatralizar apariencias, dada su extrema dificultad en comprender la realidad que les rodea (eso parece). También, es una fábula sobre una crisis de responsabilidad (que no de fe, que la mantiene) de ese hombre desubicado, pusilánime, que se siente incapaz de enfrentarse a lo que se le viene encima, siempre con la sensación de no poder encontrarse a la altura de las circunstancias.

La primera mitad es muy buena, pero luego desfallece, y contiene algunas partes que no me encajan en el conjunto y la desmerecen. En concreto, el torneo de voleibol en el Vaticano, y la representación teatral final de "La gaviota" de Chéjov, que aunque parece una ensoñación del protagonista no me quedó muy claro. Sin embargo, por ejemplo, los ensayos de esa misma obra y una canción de Mercedes Sosa, "Todo cambia", sí que me encajan con el discurso de la historia.

Por cierto, me recordó un poco a "El discurso del rey", la que este año ganó en los Óscar, tanto por el terapeuta que trata de curar al protagonista de sus miedos, como porque este rey sucedía a Eduardo VIII, quien abdicó del trono pues ese deber le impedía otras libertades no compatibles con el cargo, según los rigidos dogmas reales. Asimismo, me recordó algo a "Cien clavos", porque ésta también trata de la crisis de alguien relacionado con la religión.

Pues de ese cónclave del que os hablaba, salieron flotando cual sutil humo, unas pocas citas de sabiduría ajena:

 - "Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida".  (Antón Chéjov).

 - "Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo".  (Thomas Carlyle).

 - "En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar".  (Bacon).

 - "El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros".  (Jaime Balmes).

 - "Los compromisos no son otra cosa que una tregua innoble entre el deber de un hombre y el miedo del cobarde".  (W. Kauffman).

 - "Para rezar a Dios con devoción no hace falta creer en Dios según los dogmas de ninguna religión".  (William Somerset Maugham).

 - "Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias".  (Alfred Tennyson).

 - "La tarea de la filosofía hoy es la de siempre: pensar de manera detenida y profunda en las cosas que creemos y nos importan, en por qué las creemos y por qué nos importan".  (Rocío Orsi).

 - "Solo formular determinadas preguntas puede traer consigo el derrumbe de las creencias enquistadas y nunca puestas en cuestión, que, precisamente por eso, nos hacen más fácil la vida. La filosofía es incómoda por naturaleza".  (Inmaculada Murcia).

 - "Los filósofos estamos determinados a pensar nuestro tiempo, cuestionar sus insoportables banalidades y obviedades, encontrar sus grietas, poner en duda todo tipo de absolutos".  (Domingo Hernández).

 - "Existen demasiadas voces que afirman con rotundidad los caminos a seguir, las maneras de ser, los modos de pensar, hasta tal punto que puede llegar a parecer que nuestra vida nos es ajena. Frente a toda esa legión de respuestas fáciles y caminos trillados, la tarea de la filosofía debería consistir en decir 'no'. Intentar abrir el camino a diferentes modos de ser, de pensar, de sentir, en definitiva, de ser".  (Joaquín Fortanet).

 - "Hay que decir 'no' a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o intentas abarcar demasiado, pero si lo deseas puedes volar, solo tienes que confiar mucho en ti mismo".  (Steve Jobs).

Besos y abrazos,

Don.
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