lunes, 28 de noviembre de 2011

La flor de los señores matutinos

¡Buenos días!

No sé muy bien que destacar como lo mejor de este señorío matutino, que todo en ellos me parece hermoso, y si hermosos los veo, hermosos son. Y el soleado y agradabilísimo clima otoñal sigue enseñoreándose de esta estación, en la que las flores que más abundan son esas veteranas hojas en las copas de los árboles que nos regalan toda su caduca belleza, plena de sabiduría vital ... y a las que no ceso de admirar por donde paso, y cuando llegue su caída, no haré duelos por ellas, que ellas ya vivieron plenamente lo que les correspondía ... ley de vida.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo una obra de Eric-Emmanuel Schmitt, dirigida por Ernesto Caballero, y con Juan Margallo y Ricardo Gómez, "El señor Ibrahim y las flores del Corán". Esta obra inspiró una deliciosa película del año 2003 que os recomiendo que veais, y cuyo matutino podéis leer más abajo.

De hecho, aquí apenas hablaré de esta obra, remitiéndome a lo ya dicho en su momento de la película. Sin embargo, sí diré algo. La obra de teatro, mucho más esquemática que el film, al ser relativamente corta en su duración, terminó de un modo inusual para mí ... mientras aplaudíamos el final, el veteranísimo actor Juan Margallo trataba de aplacar nuestro entusiasmo, se adelantó al borde del escenario, se sentó junto con Ricardo Gómez, y se puso a contarnos anécdotas teatrales, estilo monólogos del club de la comedia, muy divertidas y relativamente improvisadas, y cuando acabó dijo que de allí no se moverían hasta que desalojásemos la sala ... y dicho y hecho ... y nos fuimos mientras algunos despedían personalmente a los actores ...

Ahora, algo de sabiduría ajena, la flor y nata de los pensamientos de otros y que seguro nos hará más señores:

 - "No es señor el que nace, sino el que serlo sabe".  (refrán).

 - "Debemos usar un libro como las abejas las flores: para absorber su esencia".  (Charles C. Colton).

 - "No perdáis el tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como las flores que la lluvia mancha y el viento deshoja".  (Remy de Gourmont).

 - "Solamente hay una religión, aunque sus versiones sean ciento".  (George Bernard Shaw).

 - "Deja que nuestras vidas sean buenas, y los tiempos serán buenos. Hacemos nuestros propios tiempos; y tal como somos, así son los tiempos".  (San Agustín de Hipona).

 - "El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino".  (Stephen Cran).

 - "Si consideráramos a los demás como a nosotros mismos, sus acciones más reprochables nos parecerían dignas de indulgencia".  (André Maurois).

 - "La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública".  (Antonio Maura).

 - "El amor engendra amor e incluso la naturaleza más ruda no siempre alcanza a resistir su fuerza. Si muchísimos hombres hubieran hallado más amor en su infancia y juventud, seguramente serían más humanos y más felices".  (Niemeyer).

 - "Yo creo que vivir para los demás nos hace más grandes, nos hace crecer. A mí me parece admirable esa posición, ya venga por un concepto religioso bien entendido o venga por un concepto idealista".  (Antonio Gala).

Besos y abrazos,

Don.

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El sr. Matutino y sus flores
(Miércoles, 22 de septiembre de 2004)

¡Buenos días!

Otra mañanita enfurruñada, con grises nubes y vientecillo raspón, bastante fresco; pero sabemos que estas ligeras rabietas meteorológicas del señor Matutino se pasan tan rápido como llegan y en cuanto recupere su equilibrio, que para algo hoy es el equinoccio de otoño, se nos pondrá una tarde deliciosa, como en estos últimos días veraniegos. Hoy viviremos un día de tolerancia y confraternización entre distintos, aunque bien mirado no tan diferentes, solo es cuestión de ligeros matices, donde verano y otoño se darán la mano.

¿Y las flores? ... pues ahí siguen mis coloridas rosas en los parterres de la Avenida del Arlanzón ... ¿y las que caminan con faldas? ... pues será por la rasponcilla mañana, pero a esas no las veo, con lo que supongo que todavía estarán embutidas en sus corolas esperando a los primeros rayos solares para mostrarse en todo su radiante esplendor. Seguramente a la hora del cafetito de mediodía, ambos, el sol y las andarinas flores, se mostrarán ante mí.

Ayer tarde estuve en el cine viendo la deliciosa película francesa "El señor Ibrahim y las flores del Corán", de François Dupeyron, y con Omar Sharif y Pierre Boulanger. Historia de un adolescente judío bastante baqueteado por la vida y que es adoptado y criado por un anciano tendero musulmán en el Paris de los años 50-60.

Película sobre la tolerancia y la buena educación, la auténtica buena educación, en la que el sabio anciano no para de dar lecciones con las que reorientar al perdido adolescente en el inicio de su viaje vital. Lecciones sin imposición, sin recriminar, como recitadas al viento, lecciones de flexibilidad y tolerancia ante todo, lecciones de bien vivir, ... La película está trufada con gran cantidad de perlas (flores) de sabiduría. Como ayer, os recomiendo encarecidamente que veáis esta estupenda película.

Bueno, pues para hacer honor al título, ahora van unas florecillas de sabiduría ajena:

 - "El hombre que conoce lo exterior es erudito, es sabio el que se conoce a sí mismo, es poderoso el que se conquista a sí mismo".  (Lao-Tse).

 - "La sabiduría es no abarcar lo que no se puede ceñir; no aspirar a los grandes honores, por tentadores que sean; usar todos los bienes sin desearlos; no desear la muerte ni temerla".  (Anónimo).

 - "La fe en algo es tan necesaria como la respiración. Es el punto de apoyo de la vida. No os fiéis nunca de quienes dicen que no creen en nada ni en nadie: o son unos pobres de espíritu, o son seres incapaces de una sola noble acción".  (Amado Nervo).

 - "Cuando siento una terrible necesidad de religión, salgo de noche a pintar las estrellas".  (Van Gogh).

 - "La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz".  (Proverbio escocés).

 - "No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa".  (Alejandro Casona).

Besos y abrazos,

Don.
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