viernes, 11 de diciembre de 2009

Aparcando inocentes patinazos, pesadumbres y ligeras paranoias matutinas

¡Buenos días!

Pues sí, es conveniente aparcarlos, sobre todo si son inocentes, que si no se nos pueden acelerar inconvenientes pesadumbres y eventuales paranoias por problemas mal resueltos. Todavía el otoño sigue sin dar patinazos, porque ni hace frío como para ello (no hay severas heladas nocturnas) y porque se desliza con suavidad hacia el solsticio de invierno, con neblinas mañaneras, sol tras el mediodía y poético fulgor otoñal en la ribera del Arlanzón. Así no hay pesadumbre o paranoia que pueda con nosotros.

Ayer por la tarde estuve, como casi cada jueves, viendo otro de los films que se programan en el Aula de Cine de la Universidad de Burgos. Esta vez se trató de una película, estrenada comercialmente el pasado mes de julio, aunque es del año 2007, que desde ya os recomiendo ver, si la podéis pillar, "Paranoid park", de Gus van Sant, y basada en una novela homónima de Blake Nelson. De este director había visto hasta ahora, junto con ésta, sus cuatro últimas películas: "Elephant" (2003), "Last Days" (2005), y "Mi nombre es Harvey Milk" (2008), cuyos matutinos podéis ver pinchando aquí ... bueno, el de "Milk", que a los otros dos podéis acceder pinchando desde el enlace que hay en el matutino de "Milk". La vista ayer es la tercera de una trilogía de la que también forman parte las dos primeras.

Por el estilo y por lo que se cuenta, "Paranoid park" me recuerda mucho a "Elephant"; y además es la que más me ha gustado de las cuatro que he visto de este director. Nos retrata la vida íntima de un adolescente de Estados Unidos, en Portland, de familia acomodada y camino de la desestructuración (divorcio de los padres), que es aficionado al monopatín y que acude a un conflictivo parque, el del título, donde se reúnen los skaters de la zona, en su mayoría jóvenes marginales. Nuestro protagonista esconde un trágico secreto ocurrido recientemente. Contada en caóticos saltos temporales, con aire documental y toques poéticos, de preciosas imágenes, esta estupenda y fascinante película también nos habla del introspectivo sentido de culpa de este indolente adolescente, bastante autista por momentos. Sentido de culpa y de como es redimido por él mismo, con sus propios criterios morales de adolescente. No se opina, no se moraliza sobre los sucesos, solo se describen. Espléndida película, vuelvo a repetir.

Ahora, un poquito de sabiduría ajena que nos ayude a superar pesadumbres, patinazos, paranoias y cualesquiera otros eventuales problemas que pudieran acaecernos:

- "Para que sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor, es sencillamente cambiar". (José Saramago).

- "Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestro reposo". (Frédéric Chopin).

- "La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo". (Napoleón Bonaparte).

- "Nada puede hacerme daño excepto yo mismo; el mal que me agobia lo llevo conmigo y jamás sufro realmente sino por mi culpa". (San Bernardo).

- "La medida del verdadero carácter de un hombre es lo que éste haría si tuviera la certeza de que nunca lo descubrirían". (Thomas Babington Macaulay).

- "El tiempo amortigua las pesadumbres y las desavenencias, porque en él cambiamos y nos convertimos en cierto modo en otras personas". (Blaise Pascal).

Besos y abrazos,

Don.
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