¡Buenos días!
Sin la más mínima desgana, siguen las muy grises nubes destilando agua generosamente por los madriles, con unas temperaturas de lo más tibias y confortables (8ºC de mínima y 15ªC de máxima para hoy), impropias del invierno, tanto que parece que estemos en el más suave de los otoños canónicos. Así que con sumo interés vuelvo a relacionarme con otro matutino más, en los que me siento tan a gusto y mimado que jamás me iría de su lado, y que tanto me dan, sin pedir nada a cambio, y viceversa.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Cómo hacerse millonario antes de que muera la abuela" ("Lahn mah", 2024), de Pat Boonnitipat, y con Putthipong Assaratanakul, Usha Seamkhum, Sarinrat Thomas, Sanya Kunakorn, Pongsatorn Jongwilas, y Tontawan Tantivejakul. Es la primera película de este joven director tailandés.
Un despreocupado joven, un tanto holgazán, podría decirse que un nini, salvo que se dedica a probar videojuegos, con los que se pasa todo el tiempo jugando, por un poco de dinero, acude junto a su familia (abuela, madre, tíos y primos) a honrar a sus antepasados al cementerio, y allí la abuela hace saber al resto que le gustaría, aunque sea muy caro, que cuando muera fuera enterrada en una lujosa tumba. Estando allí tropieza, se cae, se lesiona y es llevada al hospital, donde al hacerle pruebas acaban por diagnosticarle un muy avanzado cáncer intestinal (le dan un año de vida), pero los hijos no quieren decírselo. Su nieto decide irse a vivir con ella para cuidarla, no porque sienta especial cariño por la anciana, quien además se lo pone bastante difícil, sino más bien por propio interés, con la esperanza de que al morir le deje todo su dinero, casa y demás pertenencias, como le sucedió hace poco a una prima suya, de quien ha sacado la idea.
Muy buena película (nota: 7) este agridulce drama, con toques simpáticos, agradable y bonita de ver, amén de muy bien hecha y narrada, con suma hondura en bastantes pasajes, emotiva y sensible, que no sensiblera, sin estridencias. Esta historia de la relación entre un nieto y su abuela, y de relaciones familiares en general, rencillas incluidas, nos habla de vínculos afectivos, de egoísmo versus desinterés (en su acepción positiva, la 2 del DRAE) a pesar del inicial desinterés (en su acepción negativa, la 1 del DRAE), pero al final el roce va haciendo el cariño, y de aprendizaje y maduración vital del joven. También nos habla de que la verdadera riqueza no es tanto la material como la afectiva, y de la muerte, de la soledad de los ancianos, de su necesidad de compañía, afecto y cuidados, de no arrumbarlos ni aprovecharse de ellos. Por cierto, el título en español (y en inglés) es manifiestamente mejorable, además de engañoso, pues no indica apenas nada de lo que en realidad va esta película, De hecho, el original tailandés viene a significar "El nieto de la abuela".
Llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas de las que con sumo interés intentaré sacar provecho, no económico, sino intelectual:
- "Muchos aman a los animales porque creen que el cariño de éstos es desinteresado, pero se engañan". (Isabel de Rumanía).
- "La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos". (Vicente Blasco Ibáñez).
- "Quien no sabe de abuelo, no sabe de bueno". (Refrán).
- "El abuelito: los nietos suelen reunirse en torno a su sillón para contarle las cosas que no se atreven a comentar a sus padres y él les explica las cosas que no se atrevió a enseñar a sus hijos". (Gomaespuma: Guillermo Fesser & Juan Luis Cano).
Besos y abrazos,
Don.
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