jueves, 16 de enero de 2025

Eterizando matutinos

¡Buenos días!

El cielo de esta mañana se nos muestra nada vaporoso este embriagador amanecer, de esos que desarman, y se autodesnudan, pues está raso de nubes por el momento, y hace frío, aunque no tanto como hace días, con mínimas por los madriles ya por encima de la helada (1ºC), donde la máxima prevista será de 11ºC. Por lo demás, a pesar del título, ni pienso hacer que duren más de lo debido (en caso de que penséis que me bebí una ene), todo en su justa medida, ni emborracharlos ni anestesiarlos, ni a hacer eso con nadie que se los vaya a pimplar. Además, intentaré que no se me haga demasiado grande, no vaya a ser que deje de poder manejarlo y tenerlo controlado en sus posibles desmesuras.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Desmontando un elefante" (2024), de Aitor Echevarría, y con Emma Suárez, Natalia de Molina, Darío Grandinetti, y Alba Guilera. Es la primera película de su director.

Una mujer, arquitecta, casada y con dos hijas, regresa a su hogar tras haber pasado unos meses en un centro de rehabilitación para alcohólicos tras su última gran crisis. Su adicción siempre estuvo ahí (cual enorme elefante), tratando ella de mantenerla en secreto, aunque su familia lo sabía pero trataba de soslayar el problema. Pero ahora, a partir de ese momento, tanto su marido, como muy especialmente su hija menor, que todavía vive con ellos, tratará de volcar toda su atención en que se cure, lo que afectará mucho a su sueño de ser bailarina profesional, más preocupada por su madre que por la danza, dejando cada vez más de lado sus ensayos para intentar ayudarla (aunque no se deje).

Película interesante en principio (nota: 5), de ritmo sosegado y buenas maneras, pero que no acabó de engancharme, me descolocó algunas veces (como si estuviera ante un borracho en estado de sobriedad) y en otras me interesó poco e incluso amagó con aburrirme. Sin embargo, alguna que otra escena, especialmente una de baile, me puso a tono, pero al poco se me evaporaba la sensación y me devolvía a cierta atonía necesitada de otros estímulos. Este drama familiar, más que de adicciones, al alcohol en este caso, y de adictos, nos habla de sus efectos en los allegados, de cómo puede intoxicar las relaciones familiares hasta poder llegar a desmontarlas, y de cómo abordar paso a paso, o intentarlo al menos, tan enorme problema.

Bueno, para que no se eternice más este matutino y llegue a colosales dimensiones nada recomendables, creo que llegó el momento de estas citas de sabiduría ajena, buena terapia, espero, ante eventuales problemones que se nos puedan venir encima casi sin darnos cuenta:

 - "Es más fuerte la sed que el miedo al veneno".  (George Eliot).

 - "Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre".  (Proverbio Africano).

 - "Una buena regla para la vida es no ser demasiado adicto a una sola ocupación".  (Publio Terencio).

Besos y abrazos,

Don.

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