martes, 7 de agosto de 2018

Siniestro matutino residente

¡Buenos días!

A dos manos, a diestro y siniestro, tecleo cada matutino de estos, sin sacar apenas nota alguna, y que siempre terminan por acogerme bajo su techo y sacar lo mejor de mí mismo, y no por accidente, sino gracias a su muy buena mano izquierda, liberándome además de todo temor que pudiera atenazarme. El más asfixiante verano sigue a lo suyo, acechándonos, no precisamente desde la oscuridad, que el radiante sol, enturbiado por la plomiza calima, luce lo suyo, difuso, hasta casi inmovilizarnos por mero sofoco. Otra jornada más nos espera por los madriles de máximas rayanas en la cuarentena y con tropicales noches al filo del insomnio en la que ni los fantasmas de cada cual se aparecen so pena de evaporarse al instante.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Blackwood" ("Down a dark hall"), de Rodrigo Cortés, basado en la novela homónima de Lois Duncan, y con Annasophia Robb y Uma Thurman. Es el cuarto largo de este brillante director que me entusiasma, por lo que habla, escribe y rueda, de quien había visto sus tres anteriores, más que excelentes, "Luces rojas" ("Red lights", 2012), "Buried (Enterrado)" ("Buried", 2010), y "Concursante" (2007). Y su corto "15 días" (2000). Todos recomendabilísimos.

Una problemática adolescente es enviada por sus padres, que no logran hacer carrera de ella, a un peculiar internado, Blackwood, un lúgubre caserón donde seguirá un programa experimental de enseñanza al cargo de una inquietante institutriz y sus profesores. Allí se encontrará con sus únicas cuatro nuevas compañeras de clase, y gracias a los novedosos métodos docentes conseguirán sacar lo mejor de cada una de estas díscolas adolescentes, manifestando talentos que ignoraban poseer. Pero también comenzarán a tener extraños sueños y visiones que les hacen dudar de la frontera entre realidad y ensoñación. Cuando empiecen a tomar conciencia del motivo por el que allí se encuentran, quizá empiece a ser demasiado tarde para salir de allí.

Una buena película en general (nota: 6), este thriller de suspense con toques fantásticos, que sin embargo no me gustó como tantísimo lo hicieron las anteriores de este director. Tal vez fuera porque el tema no era muy de mi interés y no llegó a atraparme, o porque no era una historia escrita por su director, era un encargo, no sé. No obstante, es mucho mejor que otras del género, ¿tontorrón terror adolescente?, pues no se queda en la mera sucesión de sustos y sobresaltos, que aquí apenas los hay, y ni falta que hace, pues nos habla de otros temas, como de fomentar los talentos de cada cual, que todo el mundo tiene los suyos, del abuso de medicamentos, que muchas veces matan el talento, del de los móviles, de la talentosa genialidad, y del obsesionarse con una única disciplina, como maldición, y del precio a pagar por ello, del arte y sus luces y sombras, de volver al pasado y no mirar adelante, so pena de convertirse en estatuas de sal, de la adolescencia como periodo de crecimiento, de saber quién será uno en la vida, con sus miedos y oscuros abismos, plenos de preguntas y sin apenas respuestas, y de...

Ahora unas citas de sabiduría ajena que he rescatado de por ahí, con la idea de poder disipar cualquier eventual tiniebla de nuestras entendederas:

 - "Se puede ser un gran sabio y seguir siendo un eterno niño ante los problemas de la vida".  (Friedrich Wilhelm Foerster).

 - "Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee".  (Marguerite Yourcenar).

 - "Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta".  (Sócrates).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: