Cada
vez que vengo, por propia voluntad, a estos matutinos, me quedo retenido por un
buen rato para disfrutar por aquí de la libertad que me procuran. Regateo despreocupadamente
con ellos y salgo disimuladamente y con su consentimiento. Las nubes siguen
atrapadas, enredadas, alrededor del sol, menos que ayer, pero las temperaturas
siguen igual, con 35ºC de máxima prevista, y 20ºC de mínima.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El rehén"
("Beirut"), de Brad Anderson, y con Jon Hamm y Rosamund Pike. De este
director ya había visto dos de sus anteriores films: "Transsiberian" (2008) y "El maquinista" ("The machinist", 2004).
Año
1972 en Beirut (Líbano). Un experto negociador del gobierno estadounidense
pierde a su amada esposa libanesa en un ataque terrorista durante una fiesta en
su casa. Desolado, abandona el lugar y su trabajo. Diez años después el
servicio de inteligencia vuelve a contactar con él para que regrese a la ya
devastada ciudad por la guerra civil para una misión que solo él puede llevar a
cabo: negociar la liberación de un alto cargo del espionaje norteamericano
allí, secuestrado por una facción combatiente, pues conoce personalmente al
rehén (era su mejor amigo de entonces) y al líder de los captores. Para velar
por su seguridad le asignan a una agente encubierta de la embajada.
Una
muy buena película (nota: 7) este entretenido thriller de espionaje, con sus
engaños y traiciones, con reminiscencias de las historias de John Le Carré,
trasfondo de la realidad política de entonces, de sus turbiedades, y leves
toques de acción, apenas nada, que va más de hablar y hablar para tratar de
evitar la acción, la mala, malísima, a través de un antihéroe que debe
enfrentarse a su doloroso pasado. Tiene cierto deje cínico y un final (un
documento visual con declaraciones del presidente USA de entonces) la mar de
irónico y sobradamente hipócrita, visto lo visto.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, con las que he negociado un rato para que se
queden aquí y tal vez nos ayuden a mediar en y resolver nuestros conflictos:
- "En el amor es lo mismo que en la
guerra; plaza que parlamenta está medio conquistada". (Margarita de Valois).
- "La violencia jamás resuelve los
conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas". (Juan Pablo II).
- "El diálogo, basado en sólidas leyes
morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la
vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las
controversias representa siempre una derrota de la razón y de la
humanidad". (Juan Pablo II).
Besos
y abrazos,
Don.
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